Humano y pasiones
22 de junio de 2010
David Beckham es uno de los futbolistas más exitosos en el mundo y a parte de una increíble destreza en el campo tiene la suerte de ser muy bien parecido.
Esto ha hecho que el mundo entero lo conozca y que sea admirado lo mismo por hombres que por mujeres.
Pero hasta hace poco quedó evidenciado que no todo en su vida es glamour.
Par él es absolutamente necesario que todas las cosas estén perfectamente alineadas o en pares.
Si mete refrescos a la nevera sólo coloca números pares y deben estar perfectamente acomodadas.
Además cuando llega a un hotel, no puede relajarse como cualquiera si antes no acomoda en un cajón todos los folletos o libros que están sobre los muebles.
Además puede pasar horas acomodando en una perfecta línea recta los muebles de su casa.
Debía estrenar un par de zapatos de futbol en cada partido y siempre compraba exactamente 20 bolsas de espagueti en el súper.
Esta obsesión por el orden absoluto de las cosas es un Trastorno Obsesivo Compulsivo que Beckham padece desde hace muchos años.
Le afecta tanto que lo ocultó por mucho tiempo cuando vivió en España pues en el Manchester United su enfermedad fue causa de bromas por parte de sus compañeros.
Pero esta es sólo una de las raras costumbres que podrían definirse como Trastorno Obsesivo Compulsivo.
El trastorno obsesivo compulsivo es un malestar que se ha ignorado por mucho tiempo.
Esto se debe a que muchas personas esconden su problema incluso a sus familiares más cercanos.
De hecho, muchas de estas conductas son aceptadas por la sociedad porque no consideran a la persona como una enferma sino como algo rara.
Algunas conductas que podrían pasar inadvertidas son:
1. COLECCIONAR COSAS. En este ámbito es muy difícil reconocer el trastorno pues la sociedad incluso llega a admirarlos.
A estos enfermos les provoca un gran sufrimiento no poder poseer determinado objeto y llegan a gastar todo lo que tienen con tal de satisfacer su compulsión.
2. TENER MUY LIMPIA LA CASA. Muchos hablan de lo limpia que es alguna persona y de lo reluciente que está su casa.
Aunque estén conscientes de la excesiva limpieza llegan a considerar por ejemplo a una mujer como excelente ama de casa y no como una enferman.
3. SER PERFECCIONISTA. Hay personas que necesitan terminar todo bien, ser muy ordenados o tienen métodos para todo lo que hacen.
La mayoría los considera perfeccionistas sin saber que muchos de ellos sufren de un comportamiento compulsivo por hacer todo bien.
No toleran que algo se salga de control o no cumpla con sus parámetros y esto les provoca angustia y sufrimiento.
4. SER EL MEJOR DE LA CLASE. Los niños no están exentos de este tipo de trastornos, de hecho en ellos es muy común.
Muchos son buenos estudiantes y dedicados por naturaleza, sin embargo hay muchos que “necesitan” sacar 10 para sentirse bien.
Cuando no lo logran les genera una angustia desproporcionada o ataques de ansiedad muy severos.
5. LLEGAR A TIEMPO. Obviamente, una persona puntual siempre es bien vista.
El problema surge cuando más que puntual una persona se vuelve obsesiva con el tiempo.
Es algo así como el conejo de “Alicia en el país de las maravillas”, todo el tiempo están al pendiente del reloj y se preocupan excesivamente por los itinerarios.
Muchos los tildan como “súper puntuales” cuando podrían sufrir algún trastorno obsesivo compulsivo.
Lo que hace aceptables estas conductas es el hecho de que todos las llevamos a cabo, sólo que los obsesivos compulsivos lo hacen de manera exagerada.
Tal vez por ello es difícil reconocer este padecimiento a pesar de se relativamente común.
Es difícil encontrar estadísticas exactas de este padecimiento porque la mayoría no acude al psiquiatra ante este problema, pero se estima que un 2% de la población lo padece.
Pero no es lo mismo una compulsión que una obsesión.
LAS COMPULSIONES se relacionan más con los rituales que realiza la gente, como los que tienen que ver con la limpieza.
Esto son exagerados y continúan realizándose aún después de que la suciedad desapareció.
Esta conducta es repetida, duradera e intensa que comienza como un temor a la suciedad, al contagio o terror a los microbios.
Claro que lavarse las manos seguido no es propiamente una compulsión, se habla de algo enfermizo cuando se hace al menos de 40 a 50 veces al día.
Además, cada lavado lleva un tiempo desproporcionadamente largo.
Entre las compulsiones también se cuenta el control por determinadas actividades como que se haya apagado el horno o que la puerta esté cerrada con llave.
Pero aunque la mayoría revisa entre una y tres veces (sobre todo con la actual delincuencia) los compulsivos pueden revisar entre 10 y 50 veces.
Existen otras manías como caminar sin pisar las rayas, contar cosas constantemente o hacer las cosas en un orden especial siempre.
LOS PENSAMIENTOS OBSESIVOS pueden ser de muchas índoles: ideas, fantasías, impulsos u otros pensamientos.
Muchos de estos pensamientos pueden generar miedo. Por ejemplo pensar en que si no se hace algo de determinada manera podría desencadenar una catástrofe.
La idea de ser capaces de dañar a alguien puede provocar una angustia por los cuchillos, las armas, los medicamentos, etc.
Más del 50% de los enfermos tienen pensamientos obsesivos y estos pueden sobrevivir sin la compulsión.
SINTOMAS
Esta enfermedad empieza comúnmente entre los 15 y los 20 años; casi nunca después de los 35 años.
Se ha llegado a relacionar con situaciones muy estresantes o con una educación sumamente estricta.
También puede tener que ver el factor genético o la vivencia de experiencias traumáticas.
Algunos de los síntomas podrían ser que:
Hay ideas, pensamientos, fantasías o impulsos desagradables que molestan a cada rato.
Se intentan ignorar o desviar determinados pensamientos sin conseguirlo.
Se reconoce que esos pensamientos son extraños pero no se pueden evitar.
Se tiene que hacer un determinado ritual para algo si no, no se logra estar tranquilo.
Repite una y otra vez determinada actividad sólo para estar seguro de que está bien.
También puede haber una constante duda, precaución y dificultad extrema para tomar una decisión.
Se está en un estado constante de angustia severa o fobias a cosas muy extrañas.
En estos casos también es común la depresión.
martes, 22 de junio de 2010
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