jueves, 10 de diciembre de 2009

¿Qúe me paso durante mi llegada a Miami?

Todo lo que me puede pasar en un viaje.

Luego de bajarme del barco Oasis of the Seas, que la verdad si es un tremendo barco, decidí no viajar a México y ya quedarme en Miami. Claro, si me iba hoy, tenía que volver en dos días al lanzamiento del Audi 8.

Realmente la idea de viajar a Mex. Era para estar con mi hija que no he visto en dos semanas por andar recorriendo el mundo, Lyon, Portugal, el Caribe y Miami.

Lo que nunca tomé en cuenta es que casi no traía ropa limpia, un par de boxeo y calcetines, una camisa, dos playeras y un pantalón de Lino, porque ya me había comprado uno de algodón para el barco, el día que abordamos, ya que supuestamente los eventos oficiales no podían ser con Jeans. ¡¡¡JaJa!!!

Cuando han visto un americanos sin Jeans y menos un periodista.

Me apliqué y compre mi pantalón de algodón.

De por si en mi maleta de esas duras de Samsonite, garantizada de por vida.

Es muy bonita pero no entiendo porque le cabe poco siendo de 28 pulgadas.

Por segunda vez se le va el cierre. Ahí me ves en el aeropuerto, antes del mostrador abriendo y cerrándolo a ver si los dientecillos, del tamaño de los míos se vuelven a enganchar.

De nada sirvió!!. Se las mandaré a garantía otra vez. Creo que ya me alucinan.

Bueno, volviendo a lo de la ropita interior, me acordé que mi amigo Barranco, destacado periodista de automóviles, me había platicado que el lavaba su ropita cuando se le acababa la limpia en los viajes.

Me pareció muy sencillo. Pensé que si la echaba al lavabo con mucho shampoo ya quedaría.

No contaba con que había 3 shampoo en este hotel tan bonito, el Fountainblue en Miami, que está recién remodelado.

Los hombres no debemos de shampoo y menos para ropa interior. El primero BODY LOTION. ¡¡¡Utaaaa!!!.. ¡¡Era crema para el cuerpo..!!

Cuando me di cuenta, tuve que volverlo a lavar.

Me pareció que el CONDITIONER sería como Vel Rosita... Oh sorpresa, tampoco.

Hasta que do con el BODY SHAMPOO. Hizo tanta espuma que se empezó a salir del lavabo. Y ahora, ¿cuantas veces lo debía enjuagar?

Después de 3 me di por rendido. Colgué mis tres trapitos en la regadera, pensando que se sacaría de inmediato.

Me fui al Restaurante del nuevo Edificio Epic, en Miami, por Brickell, dizque el de moda. No había una puta alma y lo peor es que el mese ro me quería vender todo el menú.

Me convenio del pescado a la sal. Pensé en el que hace Pablo San Román en el Do de México.

Aquí lo envuelve en una costra de pan con sal y esta más seco que la machaca norteña... Ah pero como cobran estos güeyes!!!

De ahí al bar, en la planta baja, este si lo IN de Miami, donde Isabel una española es gran promotora y trae a medio mundo.

Cuando llegué a mi hotel no me había percatado, que por eso de la nariz grande, me habían mandado al área Kosher. ¿¿¿Queee??

Si, la comunidad judía en Miami es muy fuerte y hacen sus eventos de SHABAT los viernes y todos los Barmitzvah posibles. Tan importante que por respeto a los ortodoxos que no pueden utilizar o activar nada que use luz, los elevado res paran. En cada piso, de subida o bajada, sin apretar un botón.

Entonces pensé que con lo que tardaría en llegar a mi cuarto, y estaría seca mi ropita.

No era el escenario más sexi, pero pues te la ingenias.

¡¡NI MADRE!!, la pinche ropa seguía mojada.

Ahora quien podría salvarme??.

Gran idea, la pondría entre toallas. Ni así. Hasta que salió el sol. La mejora secadora natural. Me cuarto, parecía tianguis del eje central.

Ahora que me acuerdo, por qué en la cuenta del bar me cobraron 18 % DE PROPINA. LO ÚNICO QUE HIZO ES SERVIRME UN TEQUILA EN LA BARRA. Eso sí, me dijo la chica cubana, si quieres, puedes darme mas "tip".

Que desfachatez. No creo que Miami se recupere pronto con esos precios que cobran en el restaurante que asaltan al primer turista que pasa.

Miami está vacío.