Irreverente
24 de junio de 2010
Para el 2025, cerca de 4 mil millones de personas (la mitad de la población mundial) podría vivir en condiciones de grave escasez de agua.
En el ranking mundial, México está considerado un país con baja disponibilidad del agua.
El 77% de la población viven en el centro y norte del país, por desgracia sólo disponemos del 31% de agua.
En el sur la población es menor pero disponen del 69% de agua, esto debido a en ese territorio se concentra el 42% de las aguas que corren por los ríos hacia el océano.
De hecho, 69 de las 121 ciudades más grandes del país enfrentan problemas críticos de disponibilidad de agua.
La disponibilidad más baja (menos de mil metros cúbicos anuales) está en el DF, Guadalajara, Monterrey, Tijuana, León, Juárez, Toluca, Torreón, San Luis Potosí, Querétaro, Aguascalientes, Chihuahua y Saltillo.
Lo más preocupante es que nuestro país depende mayoritariamente de las lluvias y estas precipitaciones están disminuyendo.
Actualmente, mientras en Baja California llueven en promedio 199 milímetros por año, en Tabasco caen 2 mil 588 milímetros de agua.
Y según el Instituto Nacional de Ecología, para el 2020 habrá un incremento de entre 1 y 3 grados centígrados en la temperatura del país.
Esto podría disminuir las lluvias entre un 5 y un 10% para dentro de 10 años.
Debido a la falta de lluvias el año pasado, la CONAGUA tuvo que recurrir a recortes programados para garantizar que no se secaran las presas.
Entonces sonó mucho aquello de que para mediados del 2010 el Distrito Federal se iba a quedar sin agua.
A esto hay que agregar que desde los mantos acuíferos de nuestro país ya están sobreexplotados.
De los 653 acuíferos registrados por la CONAGUA, 104 registran graves problemas de sobreexplotación.
Además, otros 69 se encuentran a punto de llegar a esa misma situación.
Hasta hace 50 años, el agua se podía extraer a 5 ó 6 metros, ahora hay que bombearla a profundidades de hasta 180 metros.
Esto hace que se extraigan aguas fósiles, las cuales, después de miles de años en el subsuelo, contienen sales y minerales nocivos.
La CONAGUA y SEMARNAT han detectado arsénico, plomo, mercurio y otros metales pesados en las aguas subterráneas de la Laguna, el Bajío y las cuencas del Lerma y Pánuco.
Así que en vez de seguir sobreexplotando los mantos acuíferos, una solución viable sería invertir en sistemas de tratamiento de aguas residuales.
En este rubro resulta irónico que no sólo tenemos problemas cuando no llueve, sino también cuando llueve en exceso.
Esto es debido a que en nuestro país tenemos un sistema de drenaje, que es ineficiente y permite que el agua se mezcle con basura.
Se estima que el 40% del agua de lluvia se desperdicia por esa causa.
Es más, la CONAGUA reconoce que sólo 6% del agua que sale de la Ciudad por el drenaje es potabilizada para usarla nuevamente.
El resto termina en el estado de Hidalgo, donde se utiliza para riego.
Es por esto que se hace evidente la urgencia de un mejor sistema de tratamiento de aguas negras.
De hecho, a principios del 2008, el gobierno mexicano creó un Fondo Nacional de Infraestructura de 3 mil 900 millones de dólares.
Con esto pretende financiar proyectos por 25 mil millones en ese sector durante los próximos 5 años.
Con todo y esto, nuestro país es uno de los más rezagados en Latinoamérica en cuanto al tratamiento.
En Chile por ejemplo, en 1989 había un índice de cobertura del 8% y actualmente es del 80%, comparable con Estados Unidos y países europeos.
En Uruguay el 100% de la población tienen acceso al saneamiento de aguas, mientras que en Haití es el 19%, en Bolivia es sólo el 43% y en México el 81%.
A finales del año pasado la CONAGUA anunció que un consorcio empresarial en el que participa Carlos Slim se encargará de construir la mayor planta de tratamiento de aguas residuales en México.
La planta tendrá una capacidad de tratamiento de 23 metros cúbicos por segundo, que puede aumentarse hasta los 35 en temporada de lluvias.
Estará ubicada en la localidad de Atotonilco, en Hidalgo, a escasa distancia de la capital.
El costo total es de cerca de 9 mil 389 millones de pesos (unos 725 millones de dólares).
El proyecto incluye la elaboración del proyecto, construcción, equipamiento electromecánico, pruebas, operación, conservación y mantenimiento por 25 años.
El 51.66% de la inversión será aportada por el consorcio constructor y el resto por el Fondo Nacional de Infraestructura del Gobierno Federal.
La planta dará servicio a 700 mil habitantes que usan el agua para el riego de 80 mil hectáreas en varios distritos hidalguenses.
Con esto el porcentaje de tratamiento de aguas pasará del 6 al 60% al poner en marcha de estas instalaciones.
En la planta se eliminarán lodos y biosólidos que se generen y se construirá una planta de cogeneración (producción de energía eléctrica y térmica).
ALGUNOS DATOS SOBRE EL AGUA EN MÉXICO
En México existen 653 acuíferos, de los cuales actualmente 101 están sobreexplotados.
Estos últimos proporcionan cerca de 37% del agua subterránea destinada a todos los usos.
La infraestructura hidráulica del país está constituida por 4 mil presas: 667 son clasificadas como grandes embalses.
Las cinco más grandes son: La Angostura y Malpaso (Chiapas), Infiernillo (Guerrero y Michoacán), Temascal (Oaxaca) y Aguamilpa (Nayarit).
Actualmente se construye el Túnel Emisor Oriente, catalogado como una de las obras de desagüe más importantes del mundo.
La obra consiste en un túnel subterráneo de 62 kilómetros con capacidad de 150 metros cúbicos por segundo para desalojar las aguas pluviales.
Con esta obra se pretende eliminar el riesgo de grandes inundaciones en la Ciudad de México.
En 2008 la población nacional beneficiada con el servicio de alcantarillado fue de 86.4%.
En 2008 se potabilizaron 87.3 metros cúbicos de agua en las 604 plantas en operación y se desinfectó 96.7% del agua suministrada.
El 22.7% de las plantas de tratamiento en operación se encuentran en Durango, Chihuahua, Sinaloa y Aguascalientes.
En México hay 2 mil 174 plantas de tratamiento de aguas residuales industriales en operación.
2 millones de capitalinos sufren de desabasto cada fin de semana.
El ahorro en el consumo doméstico representa sólo entre el 10 y el 40% des desperdicio de agua en fugas.
Más de la mitad del agua que llega al Distrito Federal viene del Subsuelo y no del Cutzamala y del Lerma.
EL servicio de pipas en el Distrito Federal surte a 900 mil habitantes.
Estas pipas deberían ser gratis, según el gobierno capitalino, sin embargo muchas veces los choferes cobran por llevarlas al sitio donde se solicitan.
México ocupa el segundo lugar en el mundo en consumo de agua embotellada.
jueves, 24 de junio de 2010
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