miércoles, 9 de marzo de 2011

Tequila Agavia

Jungla de asfalto
9 de marzo de 2011

Dos de las mejores riquezas que tiene México sin duda son sus leyendas y el tequila, y hay una historia prehispánica que junta ambas cosas.

Se cuenta que un día Tzintzimitl, abuelo de Mayahuel, tuvo un día de rabia y se robó el sol.

Quetzalcóatl, el dios del sustento de los seres humanos y del renacer, se dirigió a los cielos para luchar por el retorno de la luz.

En su búsqueda, se enamoró de la hermosa Mayahuel, la secuestró y regresó a la tierra. Tzintzimitl se puso furioso y persiguió a Quetzalcóatl hasta la tierra.

Para que no los encontrara, se convirtió a sí mismo y a Mayahuel en árboles, que crecieron juntos para agitarse y doblarse con la brisa y poder acariciar sus ramas mutuamente.

Finalmente Tzintzimitl los descubrió y segado por su furia despedazó a Mayahuel en un millón de trozos.

En venganza, Quetzalcóatl lo mató y restauró el sol, pero Mayahuel ya había muerto. Él sepultó el millón de trozos de Mayahuel y regó la tierra con sus lágrimas.

Quetzalcóatl regresó todos los días a llorar a su amor perdido hasta que un día los dioses del cielo se compadecieron y decidieron que del suelo empapado por sus lágrimas creciera una planta mágica.

Esta planta era el agave y recibió un poder especial, de tal manera que cuando Quetzalcóatl bebiera su jugo aliviara su dolor y le diera visiones.

Así es como las culturas prehispánicas narraban la mágica aparición del agave que es capaz de hacer olvidar hasta los peores sufrimientos del ser humano.

Gracias al proceso de destilación que llegó a nuestro territorio gracias a los españoles durante la colonización, se pudo crear la bebida que hoy conocemos como tequila y que sigue ahogando nuestras penas.

La palabra “tequila” proviene de la palabra náhuatl tecuilan o tequillan, que significa lugar de tributos.

Para que una bebida sea reconocida como tequila debe provenir de una de las zonas reconocidas por la denominación de origen que son: Jalisco y algunos municipios de Guanajuato, Nayarit, Michoacán y Tamaulipas.

El tequila representa la bebida de mayor consumo en nuestro país, con un 45% del mercado, por encima del ron, whisky, vodka, brandy y cogñac.

El principal consumo se da en la región del centro y bajío de la República.

El consumo se da principalmente por las "margaritas", y por hora, los estadounidenses se beben un promedio de 185 mil margaritas.

En México, aparte de los famosos caballitos, mucha gente acostumbra tomarlo como "palomas" y según una encuesta, cuando hay festejos nacionales se preparan casi 100 mil palomas por hora.

En el mundo se comercializan 20 millones de cajas de tequila al año y Estados Unidos es el país con la mayor venta de tequila en el mundo con 11 millones de cajas.

México tiene el segundo lugar con 8 millones de cajas, seguido por Alemania, Canadá y Grecia.

Entre los países que consumen menos tequila están Sudáfrica y la República Checa, con menos de 100 mil cajas al año.

En cifras generales el 50% del consumo del tequila se lo lleva Estados Unidos, 35% México y 15% el resto del mundo.

Aunque el tequila conserva su esencia artesanal, es una bebida que se ha visto obligada a evolucionar y sofisticarse para ser no sólo agradable al gusto, sino también a la vista.

Casa Pedro Domecq, ha sido un jugador titular de tradición y experiencia en el mercado tequilero desde hace más de 20 años y ha sido uno de los protagonistas en esta evolución del tequila.

Tras un proceso de evolución, Domecq se desprendió de Tequila Sauza, decidió tomar mayores retos y comenzar una nueva historia en tequilas.

Complementó entonces su renombrado portafolios internacional de Tezón, Olmeca y Tevado, con fuertes opciones para el mercado doméstico como el Agavia y el Real Hacienda.

Para su creación usaron minuciosos procesos artesanales en la “Destilaría Colonial de Jalisco”, ubicada en Arandas, Jalisco y que es calificada por ellos como una “destilería boutique”.

Agavia, dejó de lado el concepto de un trago fuerte, “de golpe”, para dar paso a una bebida fina, fresca y que permite ser mezclada en una gran variedad de cócteles.

El suave y sutil sabor de esta bebida se da gracias a su proceso de doble destilación a base de varios cortes de “cabezas” y “colas” de agave.

Esta bebida está dirigida a un público un poco más joven, entre los 25 y 45 años e incursionó en el mercado mexicano en el año 2007.

Es 100% agave azul tequilana webber, es decir un tequila puro con reposo de cinco meses en barricas de roble blanco.

Entre los reconocimientos que tiene Agavia debido a su calidad están:

Medallas de plata en las más destacados concursos internacionales como el International Wine & Spirits Competition London 2010, San Francisco World Spirits Competition 2010 y el Beverage Tasting Institute Chicago 2010.

Con este tequila Domecq buscó mezclar el status del whiskey, lo fashion del vodka, la diversión del ron y el origen del tequila.

Agavia es un tequila atractivo y con estilo propio, que transporta la esencia de sus orígenes al sofisticado mundo actual.

El diseño vanguardista de su botella se asemeja más a una de esas botellas que kalvin Klein diseña para sus perfumes.

La pureza de su sabor permite disfrutarlo solo o en coctelería.

FICHA TÉCNICA

País de Origen: Arandas, Jalisco; México
Contenido 100% agave
5 meses de reposo en barricas de roble blanco
Graduación Alcohólica: 35% Alc. Vol.
Capacidad: 700 ml

Notas de cata:

Sabor: Sutil combinación de agave y madera, que causa una sensación de pureza; ideal para tomar solo o en coctelería.

Aroma: Delicado y suave, con ligero tono de cítricos y vainilla.

Color: Amarillo paja tenue; el color puro de un tequila cuidadosamente destilado.

Cuerpo: Ligero, causando una sensación de frescura en la boca.

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