jueves, 10 de marzo de 2011

Implan-T: implante cigomático

Irreverente
10 de Marzo de 2010

Los implantes dentales son elementos que se insertan en los huesos maxilar y mandibular que se realizan para sustituir las raíces de los dientes perdidos.

A mediados de la década de los sesenta el Doctor Ingmar Bränemark, que curiosamente no era Odontólogo, sino traumatólogo, descubrió lo que hoy se conoce como "osteointegración”.

Esto significa que el hueso tiene la capacidad de unirse o fundirse con determinados materiales que se usan para elaborar los implantes.

Esto revolucionó el mundo de la odontología, pues el implante sustituye al diente perdido, no tiene ninguna movilidad y por lo tanto, reduce la probabilidad de una infección.

El Dr. Bränemark, investigaba en conejos la irrigación del hueso, para lo cual introducía una pequeña fibra óptica de manera que a través de ella miraba por el microscopio los cambios que allí se sucedían.

Al cabo de algunas semanas quiso retirar esa fibra del hueso y resultó imposible, pues se había adherido completamente al hueso.

A partir de ello se comenzaron a desarrollar esto se desarrollar los modernos implantes dentales.

Hoy en día existen múltiples aplicaciones, pero en Odontología, básicamente sirven para sustituir los dientes perdidos por otros fijos.

Existen diversas formas de implante, sin embargo, los más comunes tiene forma cilíndrica con rosca o sin ella con un diámetro entre 3 a 6 milímetros y una longitud de 4 a 18 milímetros.

Se utilizan en función de la cantidad de hueso que existe y de donde va a ser insertado.

El procedimiento consta de tres fases:

1. La primera es quirúrgica y consiste en introducir el implante en el hueso. El implante queda oculto bajo la encía.

2. La segunda, que se realiza regularmente entre 4 y 6 meses después, consiste en descubrir la parte superior del implante de manera que quede por encima de la encía.

3. La tercera consiste en realizar la prótesis dentaria que se atornillará a estos implantes y que quedara de manera fija en la boca.

Según algunas investigaciones comparado con los dientes naturales, los implantes tienen una gran resistencia a los esfuerzos masticatorios.

Los implantes funcionan tan bien como un diente natural sano y en cuanto el paciente se acostumbra se olvida de que su o sus dientes fueron implantados.

Generalmente, la salud dental del paciente y la condición del hueso son factores importantes en la determinación del éxito y de la durabilidad de los implantes.

Sin embargo, con algunas visitas regulares al protesista se puede garantizar la durabilidad del implante por bastante tiempo.

Es importante que esta cirugía la realice un Cirujano Bucal y Maxilofacial, con la experiencia necesaria para el diagnóstico y planificación del tratamiento.

Los cirujanos Bucales y de Maxilofaciales requieren de 4 a 6 años adicionales de entrenamiento quirúrgico, para la obtención del titulo como especialista.

A nivel mundial, la especialidad tiende hacia la obtención del titulo de Medico cirujano, por lo complejo y extenso de su actividad.

Existen diferentes métodos de implantes dentales que se utilizan de acuerdo a los requerimientos de cada paciente, uno de ellos es el implante cigomático.

Este método permite a los pacientes que han perdido su dentadura natural y que además padecen atrofia del hueso maxilar poder tener una prótesis fija, sostenida firmemente.

Al poco tiempo del tratamiento, las personas sienten que han recuperado sus propios dientes y que pueden sonreír y hablar sin temor a que se les caiga la dentadura.

Los implantes cigomáticos se distinguen fundamentalmente de los tradicionales en su diseño.

Para dar una idea de la diferencia basta con mencionar su longitud que va de 30 a 50 milímetros, mientras los tradicionales miden entre 7 y 20 milímetros.

El implante cigomático tiene por objetivo evitar los grandes injertos óseos en casos de atrofia severa de los huesos maxilares.

Se llaman cigomáticos porque los implantes se atornillan a los huesos malares o cigomas que corresponden a los pómulos de la cara.

Estos poseen una muy buena calidad ósea y un volumen aceptable para anclar los implantes dentales.

En otras palabras, el hueso cigoma garantiza al implante del maxilar una excelente estabilidad comparable a la del hueso mandibular.

El implante cigomático es también útil para el tratamiento de rutina de un maxilar completamente desdentado con pobre cantidad y calidad de hueso.

Además, reduce la necesidad de injerto óseo en un 75% de los casos de atrofia severa de los maxilares.

Esto significa que el paciente debe afrontar una cirugía en lugar de dos y que los tiempos de tratamiento se reducen a la mitad comparados con los procedimientos de injerto óseo.

A esto se agrega el beneficio para el paciente de evitar las posibles complicaciones de la herida del sitio donante del injerto.

La principal causa de elección del implante cigomático es que la cirugía es única y menos traumática para el paciente, además de tener un mejor pronóstico.

El desarrollo del implante Zygoma constituye una alternativa única para rehabilitar los maxilares severamente reabsorbidos, con sólo un procedimiento quirúrgico y sin necesidad de realizar injertos.

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