Los países y sus marcas, nuevas estrategias de mercadotecnia

Irreverente
10 de Marzo de 2010

En un principio, el concepto de mercadotecnia fue creado como un medio para promover y posicionar productos y servicios dentro de los mercados.

Desde sus inicios, esta disciplina se ha caracterizado por su constante evolución desarrollándose de forma paralela a los sectores que busca satisfacer.

Una de esas evoluciones ha permitido la creación de lo que se ha denominado como Country-branding o branding para países.

Su surgimiento se dio principalmente debido al rápido crecimiento y multitud de cambios experimentados por el sector turístico, así que se crearon nuevos conceptos, estrategias y adaptaciones, a las necesidades de oferentes y demandantes.

Pero hablar hoy en día de un marketing turístico resulta un poco obsoleto, pues en country-branding es un concepto que va más allá y engloba la cultura global de los servicios de un país.

Es como una macromarca y como tal debe ser concebida y gestionada.

Se busca resaltar y posicionar cualquier atractivo y oportunidad de contacto, de relación y de experiencia entre el visitante, el país y el inversor con cualquier producto, servicio, entidad, escenario, etc.

A través de la mercadotecnia un país trata de atraer y satisfacer al turista, al comerciante, al inversor, al exportador, etc.

Hoy en día la imagen que proyecta un país es fundamental para defender sus intereses en las nuevas relaciones económicas y políticas internacionales, que se caracterizan por una mayor competitividad e interdependencia.

Este tipo de marketing crea estrategias para convertir un país en una marca reconocida, aprobada y deseada en todo el mundo.

Esto se logra dando a conocer la cultura, la lengua, el estilo de vida, los valores, la historia, la fama, lo simbólico, la tradición, etc. dándoles un toque de singularidad y persiguiendo la consecución de una imagen duradera y estable en el tiempo.

La competencia entre los países en cuanto a imagen se centra más en obtener la atención del cerebro y del corazón y no en las cuotas de mercado.

Una de las estrategias más usadas es hacer que los destinos dejen de ser conceptuales y se conviertan en algo emocional.

Se juega con las imágenes, los sonidos, los olores y los gustos para que la gente no sólo desee visitar un país, sino que a su regresa haya obtenido la satisfacción que buscaba.

Tienen gran importancia los recursos turísticos naturales como montañas, playas, clima, etc., pero también cobran gran importancia los factores psicológicos.

Para un país los factores realmente claves son su accesibilidad, su amigabilidad, su confiabilidad, y su orden y seguridad, pues al final, es lo que los consolida como destinos turísticos.

Esta nueva estrategia que ha tomado auge, busca la venta de emociones, sensaciones y experiencias asociadas al viaje.

Es hacerle creer al turista que visitar un lugar le hará vivir una "experiencia única" a través de una oferta netamente emocional.

El desarrollo de una marca-país puede tardar de 10 a 20 años.

Un país promedio, actualmente transmite diariamente 600 mil mensajes globales relacionados con el mismo país por sus varios canales de comunicación para atraer más de 10 mil nuevos visitantes cada día.