Osteoartritis Ejecutiva

Innovadores y cosmopolita
24 de mayo de 2010

Hoy en día las estadísticas mundiales ubican a México en los primeros lugares en obesidad, diabetes e hipertensión.

Y hay tanta preocupación por esto que se están dejando de lado otro tipo de trastornos crónicos como los de las articulaciones.

La osteoartritis es la más común de estos padecimientos.

Es una enfermedad degenerativa que desgasta el cartílago de las articulaciones en manos, rodillas, codos, cadera y columna causando dolor.

Se estima que en México existen 800 mil pacientes incapacitados por este problema y constituye la segunda causa de invalidez en nuestro país en mayores de 50 años.

Produce de manera regular dolores intensos que sin duda merman la calidad de vida de las personas.

Además es una enfermedad limitante pues estar en movimiento puede desencadenar episodios de dolor muy intenso y la inactividad también puede causar rigidez.

En la osteoartritis, el amortiguamiento entre los huesos se desgasta en las articulaciones.

A medida que la enfermedad empeora, el cartílago desaparece y los huesos se rozan entre sí.

La fricción en los huesos no sólo los fricciona provocando dolor, sino también los va deformando poco a poco.
En otros países como Estados Unidos la osteoartritis afecta a 15% de los adultos mayores de 35 años, siendo la principal causa de incapacidad laboral.

Es común pensar que se piense en la osteoartritis como una afección propia del envejecimiento, pero esto es falso.

Hoy en día se da cada vez con mayor frecuencia a partir de los 30 años cuando afecta de manera directa la etapa principal de la vida productiva.

Cuando se padece esta enfermedad en la juventud, los enfermos se ven afectados por las incapacidades, citas médicas y en ocasiones por la falta de seguridad social.

Pero nuestro desempeño en la oficina no sólo podría ser víctima de la enfermedad sino también el verdugo para nuestras articulaciones.

Por ejemplo, la degeneración de rodillas se da particularmente en personas cuya actividad laboral es sedentaria y pasan casi todo el día sentadas tras un escritorio.

El buen estado de la articulación depende de la fortaleza de los músculos, ligamentos y tendones que la rodean y esto sólo se logra con la actividad física.

FACTORES DE RIESGO EN LA OFICINA

Entre los factores de riesgo que representa el ambiente laborar para desarrollar esta enfermedad están las relacionadas con:

El ritmo de trabajo, el trabajo repetitivo, los horarios de trabajo, el trabajo monótono y algunos factores de tipo psicosocial.

Algunos tipos de trastornos están asociados a tareas u ocupaciones concretas como:

• Manipulación manual de cargas
• Posturas forzadas
• Movimientos repetidos
• Aplicación de fuerzas excesivas
• Vibraciones
• Ritmo alto de trabajo
• Falta de pausas
• Trabajo monótono y repetitivo
• Horarios extenuantes
• Temperatura

Cabe destacar que los movimientos muy repetitivos, como estar todo el día escribiendo en la computadora, pueden acarrear desde fatiga muscular hasta una lesión.

Los tipos de trabajo principalmente afectados son:

• Mecanógrafos y en general todas las actividades de oficina.
• Pintores
• Músicos
• Carniceros
• Dibujantes
• Estilistas
• Cajeras.
• Trabajadores de la industria textil y confección.