martes, 25 de mayo de 2010

¿Cómo proteger la piel en la temporada de calor?

Humano y Pasiones
25 de mayo de 2010

Oiga, qué calor se ha sentido estos últimos días.

De hecho en casi todo el país ya están subiendo las temperaturas a 30 y hasta 40°C o más.

¡Incluso dentro del metro han llegado hasta 42°!

Y si en lugares cerrados el calor excesivo es malo, la situación es más peligrosa cuando nos exponemos directamente al sol.

Aunque es verdad que una breve exposición al sol nos aporta vitamina “D” necesaria para la fijación del calcio, el sol también puede llegar a quemar la dermis.

Es por ello que debemos tener cuidado incluso cuando estemos en una actividad cotidiana al aire libre.

Desgraciadamente, en México, el uso del bloqueador solar está casi condicionado a la playa y no es común que la gente lo use diariamente.

En nuestro país, el 43% no se protege del sol y el 57% lo hace en forma parcial.

Únicamente el 33% usa filtro solar ocasionalmente, el 18% se protege usando lentes y el 20% con gorra.

Pero hoy más que nunca, debido al deterioro de la capa de ozono, resulta indispensable el uso diario de filtros y bloqueadores.

La radiación ultravioleta puede producir efectos crónicos o tardíos como envejecimiento prematuro o queratosis actínica.

Pero más allá de eso, el sol es el principal responsable de todos los casos de cáncer de piel.

Incluso puede producir quemaduras de segundo grado, que si se sufren antes de los 20 años aumentan la posibilidad de padecerlo.

Antes esta enfermedad era más común en personas mayores de 40 años, pero hoy en día se ven casos en personas cada vez más jóvenes.

El cáncer está estrechamente relacionado con la exposición a los rayos ultravioleta, sobre todo los de tipo B (UVB), y tipo A (UVA).

Cualquier mancha, abultamiento y ulceración que aparezca en la piel, puede ser una señal de alerta para acudir al médico.

Los dermatólogos usan diferentes clasificaciones para las manchas o lunares que aparecen en la piel.

“A” Asimétrica. Si una lesión es asimétrica, es decir si una mitad no coincide con la otra mitad, hay que considerarlo como un dato anormal.

“B” Bordes. Los bordes de una lesión benigna deben ser nítidos y precisos. No deben ser irregulares, desiguales y borrosos.

“C” Color. No es normal que un lunar tenga diferentes pigmentos como negro de un lado y rojo del otro, o café, blanco o azul.

“D” Diámetro. Si un lunar presenta un diámetro mayor de 6 milímetros (que es equivalente a una goma de un lápiz) debe tomarse en cuenta.

Es conveniente que cada persona se auto examine cada dos o tres meses frente al espejo y en base a estos datos valore todas las manchas sospechosas.

Se debe checar la parte de enfrente, el pecho, el estómago, las piernas, la espalda, las plantas de los pies, entre los dedos, etc.

Los lugares que resultan inaccesibles pueden revisarse con un espejo.

En México el cáncer de piel es el segundo en la lista de los más comunes y La Comarca Lagunera en Torreón ocupa el primer lugar de incidencia en el país.

Las personas blancas tienen un 60 % de posibilidades de desarrollar cáncer, las personas de piel morena clara un 40% y las de piel morena-obscura un 30%.

Los especialistas aseguran que las personas con mayor predisposición a padecer la enfermedad son:

Las de piel y ojos claros.

Quienes se exponen en forma prolongada al sol.

Los que durante la infancia han tenido episodios de quemaduras solares.

Quienes tienen historia personal o un familiar directo con cáncer de piel.

Las personas con muchos lunares.

Aunque el cáncer puede aparecer en cualquier parte de la piel, es más frecuente el que se presente en la cara, cuello, manos y brazos.

Hay varios tipos de cánceres de piel, siendo los más importantes: el epidermoide, el basocelular, y el melanoma.

Este último es el tipo de cáncer más agresivo, y rápidamente puede llevar a la muerte al enfermo.

Además, puede diseminarse (metástasis) hacia otros órganos, especialmente al cerebro.

9 de cada 10 cánceres de este tipo están relacionados con la exposición al sol.

Por todo lo anterior debemos dedicarle atención y cuidado al órgano más importante de nuestro cuerpo: La piel.

Pues no sólo es nuestra envoltura; también es nuestra barrera contra bacterias y virus, nos permite tener sensaciones y regula nuestra temperatura corporal.

ALGUNAS RECOMENDACIONES SON:

No exponerse al sol entre las 11:30 am y las 3:00 pm pues está comprobado que los rayos Ultra Violeta son más intensos a esa hora.

Si piensa hacer ejercicio al aire libre es mejor hacerlo muy temprano.

La piel debe cuidarse mucho más en los primeros años de vida.

Por ello, no es recomendable exponer a los bebés menores de 1 año directamente al sol y se les puede aplicar bloqueador solar desde los 6 meses.

Si la persona tiene una piel muy blanca lo ideal es un factor de protección mayor a 60.

En el caso de las pieles más obscuras pueden usar desde un factor 15, aunque lo más recomendable es siempre usar un factor de 30 para arriba.

Lo más recomendable es consultar un dermatólogo o al menos fijarse muy bien en las etiquetas para elegir el más adecuado.

Incluso en la familia, se podrían requerir factores de protección solar distintos.

Por ejemplo, un hombre velludo está menos expuesto que una niña 6 años.

El bloqueador se debe aplicar en forma pareja en todo el cuerpo 30 minutos antes de ponerse al sol.

No se deben olvidar zonas delicadas como el cuello, orejas, empeines o calva.

Se debe volver a aplicar cada dos horas o después de haber sudado o de haber estado en el agua más de 40 minutos.

También debe evitarse la deshidratación de la piel, consumiendo muchos líquidos.

Después de haberse expuesto al sol es recomendable darse un baño para hidratar la piel.

Si está en la playa, debe evitarse estar la mayor parte del tiempo cerca del mar ya que el agua refleja un 20% la radiación solar y la arena un 25%.

Protegerse la vista con lentes de sol que también tengan protección contra los rayos UV.

Si uno va a escalar, es bueno saber que por cada 300 metros de altura, la intensidad de la radiación solar aumenta un 4%.

Además la hierba refleja entre un 15% y un 25% de la radiación solar.

Se debe utilizar ropas que cubran lo más posible hombros, brazos y piernas.

La ropa oscura es más efectiva en la protección contra los rayos UV, responsables del daño cutáneo.

Preferentemente se deberán usar los colores pertenecientes a la gama del azul, rojo, colores brillantes o fluorecentes.

Por otra parte, las telas con entramado fino son más “impermeables” a la radiación UV.

Actualmente en varios países del mundo se han desarrollado telas especiales que poseen en su composición protección contra la radiación UV.

Usar sombrillas o seleccionar sombreros de ala ancha o tipo legionarios.

Estos cubren la cabeza, la cara, las orejas y el cuello, a diferencia de las gorras con visera tipo beisbolistas que no proveen la suficiente protección.




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