La relación entre cerebro y conciencia han sido tema de varios estudios.
Muchos se han preguntado en qué parte del cerebro está la conciencia, pero hay otros que creen que la conciencia está fuera del cerebro.
Para los dualistas la mente y cuerpo están separados y la mente es inmaterial y etérea.
Para el filósofo antiguo Epicuro había átomos en el alma distribuidos por todo el cuerpo y que eran responsables de la conciencia.
Para otros griegos antiguos, la conciencia estaba en el corazón o en el pecho.
Los filósofos hindúes creían que la conciencia estaba en los chacras que están en la espina dorsal
Mientras para René Descartes el punto donde se unían el cuerpo y el alma era en la misteriosa glándula pineal, localizada en la mitad del cerebro.
Para el premio nobel Francis Crick, uno de los descubridores de la estructura del ADN, la conciencia humana y la percepción de la individualidad se generan en un determinado espacio del cerebro situada en la parte posterior del córtex, lo que convierte estos fenómenos en meros episodios de las reacciones bioquímicas del cerebro.
Para Francis Crick el comportamiento de nuestro cerebro puede explicarse por la interacción de las células nerviosas, que ha estudiado durante años en pacientes que sufrían lesiones cerebrales, pruebas con animales e investigaciones psicológicas.
Por eso, para muchos científicos una definición de conciencia es un proceso que da sentido a las percepciones, lo que introduce en el concepto la noción de intencionalidad mediante la cual atribuimos a la conciencia una finalidad.
Para otros, la conciencia se define en general como el conocimiento que un ser tiene de sí mismo y de su entorno, se refiere a la moral o bien a la recepción normal de los estímulos del interior y el exterior.
El cerebro pesa, alrededor de unos 1.300 gramos, pero contiene alrededor de 100 mil millones de células conocidas como neuronas, que constituyen las unidades básicas del sistema nervioso.
En un solo segundo, estas células son capaces de procesar hasta 200 mil millones de bits de información. Para ello se valen de sus casi 100 trillones de interconexiones.
El cerebro controla el sistema nervioso, así como las funciones físicas, que incluye la comunicación, coordinación, aprendizaje y memoria.
Por otra parte, un equipo de neurocientíficos de estados unidos, a través de un experimento demostró cómo el cerebro humano está biológicamente programado para tener opiniones morales.
Para varios neurocientíficos la moral es una aptitud comparable al aprender hablar, porque los juicios ante dilemas morales se van aprendiendo, por eso son los mismos para personas de distintas edades, sexos, religiones y etnias, independientemente de la educación que se haya recibido.
Y del mismo modo algunas lesiones neurológicas pueden afectar a la capacidad del lenguaje, otras pueden afectar a las opiniones sobre qué es moral y qué es inmoral
INVITADO
• PROFESOR HÉCTOR VELÁZQUEZ
martes, 1 de noviembre de 2011
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