martes, 1 de noviembre de 2011

"DIFERENCIA ENTRE DOLOR CRÓNICO Y DOLOR AGUDO"

El dolor corporal es señal de que algo no está bien en nuestra salud, y es preocupante cuando no sabemos a qué se debe.

Este malestar ha acompañado al hombre en toda su historia, incluso se han encontrado lesiones óseas en restos prehistóricos, como abscesos periodontales, que demuestran el dolor que sufrieron las personas.

También se sabe que desde el paleolítico el hombre realizaba “cirugías” no precisamente sencillas, como la trepanación, que consiste en hacer un agujero al cráneo para sanar alguna enfermedad de la cabeza o cerebro.

El dolor, en otra época, también fue catalogado como una maldición o brujería, y fue tratado con hierbas, cortezas y raíces, donde lo eficaz y lo ineficaz se mezclaban con lo sobrenatural.

No había una opinión único sobre el dolor, por ejemplo, Hipócrates lo vio como un hombre doliente; galeno lo vio en función no solamente de sus humores sino también de sus órganos enfermos.

Los principales fármacos utilizados actualmente contra el dolor siguen siendo básicamente los mismos que Hipócrates utilizó.

El describió los efectos calmantes de la corteza y las hojas del sauce en el año 400 antes de Cristo.

La aspirina y la morfina basadas en las sustancias activas de estos remedios tradicionales se aislaron hasta el siglo 19.

Y contribuyeron a cimentar las bases de la poderosa industria farmacéutica moderna.

Fue hasta 1960 que el dolor se empezó a estudiar de manera más seria y se crearon las primeras unidades para estudio y tratamiento del dolor, conducidas por especialistas en anestesiología y reanimación, principalmente.

Pero debido, a que no siempre los especialistas detectan la causa del dolor o que no pueden controlar el malestar, las personas recurren a la medicina complementaria y/o alternativa.

La medicina tradicional china, que considera el dolor como un qi "bloqueado", similar a una resistencia eléctrica, y se considera que tratamientos como la acupuntura son más efectivos para el dolor no traumático que para el dolor traumático.

La acupuntura podría estimular la liberación de grandes cantidades de opioides endógenos.

También, la medicina alternativa propone el uso de suplementos nutricionales tales como curcuma, glucosamina, condroitín sulfato, bromelaina y ácidos grasos omega-3 para disminuir el dolor.

La hipnosis también ha tratado de curar el dolor a través de los estados alterados de la consciencia, y en ocasiones ha tenido éxito en disminuir el malestar.

El dolor se puede presentar por múltiples factores físicos y psicológicos, que se modifican por la percepción sensorial del dolor, unas veces amplificándola y otras veces disminuyéndola.

Los factores que alteran el grado del dolor son personalidad, sexo, edad, nivel cognitivo, nivel intelectual, cultura, educación.

Además del lugar físico y momento que se suscitó el dolor, así como la relación con las personas en el momento que se da; y los dolores previos y aprendiza de experiencias.

El dolor afecta a la persona no sólo físicamente, sino también afecta el estado socioeconómico, cultural y psicológico.

La intensidad del dolor puede ser ligera, moderada o severa.

Actualmente existen más de 10 millones de personas en nuestro país con algún padecimiento relacionado al dolor.

La mujer es 10 veces más propensa a sufrirlo.

El 80% de los pacientes acude a consulta debido a que sufren de algún tipo de dolor.

Pero las personas acuden al doctor, ya cuando el dolor fue tratado por ellos mismos, es decir, se auto medicaron y no tuvieron ningún resultado.

Dolor crónico al malestar que dura más de tres meses y que no responde a las terapias convencionales para su control (cirugía, analgésicos, reposo o fisioterapia).

Puede durar años y produce un impacto profundo en el funcionamiento emocional, social y laboral de la persona.

Las enfermedades relacionadas con este padecimiento se encuentran entre las 8 principales causas de ausentismo laboral.

Entre las enfermedades más comunes relacionadas con el dolor crónico se encuentran: osteoartritis, fibromialgia, lumbalgia y el dolor neuropático periférico diabético.

El dolor crónico se origina cuando existe un daño en las estructuras nerviosas, por lo que el sistema neuronal inicia una transmisión anormal de información.

Esta enfermedad puede durar años y repercute en el funcionamiento emocional, social y laboral de la persona.

Las enfermedades relacionadas con este padecimiento se encuentran entre las 8 principales causas de ausentismo laboral.

Generalmente el dolor crónico no afecta la frecuencia cardiaca ni la frecuencia respiratoria. Así como tampoco afecta a la presión arterial ni a las pupilas.

Pero puede ocasionar alteraciones del sueño, falta de apetito y producir estreñimiento, pérdida de peso, disminución de la libido y depresión.

Otro tipo de dolor es el agudo, que es un dolor de corta duración que suele tener una causa fácilmente identificable.

Este tipo de malestar, por lo general, es el que se presenta después de una lesión, cirugía o enfermedad y desaparece con el proceso de sanación.

Debe ser tratado cualquier tipo de dolor agudo que se presente en unidades de cuidados intensivos, las salas de urgencias y la atención prehospitalaria, para que los pacientes tengan una mejor recuperación.

INVITADA

• DOCTORA MARGARITA ARAUJO, PRESEDENTE DE LA ASOCIACIÓN MEXICANA PARA EL ESTUDIO Y TRATAMIENTO DEL DOLOR. TEL. 5271-3733

Con la especialidad en anestesiología, manejo del dolor y cuidados paliativos por el Centro Médico La Raza, IMSS.

Cuenta con la subespecialidad de clínica del dolor por el Hospital General de Anestesiología.

Es miembro del Consejo de Anestesiología y de la Asociación Mexicana para el Estudio y Tratamiento del Dolor.

Es coautora del libro dolor síntoma, síndrome y padecimiento

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