Humano y pasiones
1 de febrero de 2011
En México es muy común escuchar eso de que alguien nos hizo mal de ojo, sobre todo cuando nos va mal o cuando un bebé se enferma muy seguido.
Pues esto se refiere a que alguien nos hace daño con el simple poder de su mirada y la creencia existe en casi todos los lugares del mundo.
En Hebreo se llama “ayin ha ra”. En Italiano “malochio”, en inglés “Evil Eye”, en Irán se le conoce como “bla band”.
Las miradas capaces de hacer daño son las de aquellas personas envidiosas y de mala voluntad que tienen el poder conectar su mente con el mundo material.
Lo que no todo mundo sabe es que ese remedio antiguo que enseñaban las abuelas acerca del hilito rojo es el antídoto que ofrece para el mal de ojo la Kabbalah, una sabiduría espiritual con más de 4 mil años de antigüedad.
El remedio ha sido usado por siglos y según la kabbalah debe usarse en la muñeca izquierda, pues este lado es el receptor de energía para todo nuestro cuerpo y el alma.
La creencia de la kabbalah es que la pulsera sella la energía del cuerpo y no permite que la negatividad nos penetre.
Este hilo rojo nos puede proteger porque se conecta a la energía de Rajel, quien para los kabbalistas es la madre del mundo y protege a la humanidad.
Así que si usted ha oído hablar del hilo rojo de protección o incluso lo usa, ha aplicado una de las sabidurías de la kabbalah, ¿pero sabe exactamente en qué consiste esta filosofía?
Pues la Kabbalah es uno de los conocimientos espirituales más antiguos que revela secretos del universo, el alma y el corazón humano.
Kabbalah se deriva de la palabra hebrea lekabel, que quiere decir recibir.
Por miles de años, los grandes maestros kabbalistas han enseñado que todo ser humano nace con el potencial de grandeza y la Kabbalah enseña como activar ese potencial.
Su propósito es traer claridad, entendimiento y libertad a nuestras vidas, y potencialmente hasta borrar la muerte.
Muchos confunden lo que es la kabbalah con el judaísmo, y esto tal vez ocurre porque a lo largo de la historia, mucho eruditos de esta filosofía han judíos, pero no todos lo han sido.
Poe ejemplo Christian Knorr-von-Rosenroth, el hijo de un ministro protestante y el primero en traducir El Zóhar al latín; Pico Della Mirandola, un filósofo italiano del siglo 15 y Sir Isaac Newton, no eran judíos.
En realidad la Kabbalah no fue creada para una religión específica, sino fue creada con la intención de ser utilizada por toda la humanidad.
Hoy en día cristianos, hindúes, budistas, musulmanes, judíos y católicos utilizan Kabbalah para mejorar su experiencia espiritual.
HISTORIA DEL CENTRO DE KABBALAH
El Centro de Kabbalah transmite las antiguas enseñanzas, tales como El Zóhar y los escritos del gran Kabbalista del siglo 16, Rav Isaac Luria, el Arí.
La comprensión de estos textos ha sido transmitida directamente de maestro a estudiante a lo largo de 4 mil años.
Todo comenzó en 1922, cuando el fundador del Centro de Kabbalah, Rav Yehudá Áshlag, completó la primera traducción del Zóhar del arameo antiguo al hebreo moderno.
Fue hasta ese momento cuando la Kabbalah se puso a disposición del público en general.
Después del fallecimiento de Rav Áshlag, su estudiante más cercano, Rav Brandwein, continuó con su labor y cuando él murió, tomó el liderazgo Rav Berg.
El Centro de Kabbalah es privilegiado, pues cuenta con las cartas originales escritas entre el Rav Brandwein y el Rav Berg.
El libro más importante que se ha publicado en este centro es la traducción al inglés de la versión íntegra del Zóhar, formada por 23 volúmenes y realizada por Michael Berg.
A lo largo de los siglos, ha habido varias traducciones parciales, pero nunca antes hubo una traducción literal completa.
EL ZÓHAR
Para que cualquier persona pueda ser plena completamente, la primera enseñanza de la kabbalah es que debemos evolucionar para convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos.
Se necesita borrar la negatividad e inyectar Luz en los espacios de oscuridad de nuestros pensamientos, sentimientos y acciones.
Una de las más grandes herramientas de la Kabbalah para lograr esto es el Zóhar.
Físicamente, el Zóhar es un libro, un comentario de la Biblia que se estructura como una conversación entre un grupo de amigos, eruditos y maestros espirituales.
Zóhar en hebreo significa “esplendor” o “destello,” y al leerlo se busca que esta luz de una conexión poderosa con el creador.
Las mentes más brillantes en la historia encontraron iluminación y sabiduría entre las hojas del Zóhar.
Desde Pitágoras a Isaac Newton, los arquitectos de la física moderna y la biología de la era moderna, muchos fueron estudiante de Kabbalah.
Los principios del Zóhay se pueden poner en práctica en las relaciones personales, trabajo espiritual, negocios y carreras.
El Zóhar no solo revela y explica, sino que trae bendición, protección y satisfacción a la vida de quien sea que este en su presencia.
LOS 72 NOMBRES DE DIOS
La Kabbalah enseña que todo ser humano comparte el mismo propósito máximo en la vida que es recibir la felicidad y plenitud total.
Para ello se necesita de un trabajo espiritual para eliminar tendencias negativas que nos desvían de las cosas buenas de la vida.
Pero de acuerdo a la Kabbalah, no estamos solos en esta tarea, hay herramientas como la biblia, a la cual considera, más que como un libro de mandamientos, como un documento que resguarda los secretos del universo en códigos ocultos.
Uno de esos secretos es lo que se conoce como los “72 Nombres de Dios”.
Esto se refiere a que las 72 combinaciones únicas de las letras Hebreas del Capitulo 14 del libro del éxodo crean una vibración espiritual que sirve como antídoto contra la energía negativa del ego humano.
Según la Kabbalah, simplemente mirando las letras, así como cerrando tus ojos y visualizándolas, se puede uno conectar con ciertas frecuencias.
El erudito de Kabbalah Yehudá Berg dedicó cinco años a la investigación y descubrimiento de los significados ocultos de las letras de las que constan los 72 Nombres.
La clave para conectar con el poder de los Nombres se encuentra en los pasajes bíblicos específicos en los cuales fueron descubiertos.
Estas palabras clave escondidas en los pasajes bíblicos son una herramienta para ayudar a la humanidad a tener control sobre el caos al controlar su naturaleza física.
El único obstáculo para este control es el ego humano, pues es como una barrera que nos impide sacar la luz que todo ser humano lleva dentro.
INSTRUCCIONES PARA USAR EL HILO ROJO ADECUADAMENTE
Utilizar el hilo rojo de protección no es tan simple como parece, pues para ponerlo se deben seguir algunos pasos:
1. Visualizar luz blanca del álef Lámed Dálet rodeándonos.
2. Hacer que alguien que nos ame nos ate un Hilo Rojo en la muñeca inzquierda.
3. Primero lo deben atar una vez con un nudo simple y luego anudar 6 veces más para un total de 7 nudos.
4. Hacer una promesa a nosotros mismos de que vamos a evitar tener pensamientos negativos o hablar sobre otros.
5. Después la persona que nos anudó debe terminar diciendo la Oración Ben Porat que previere que otros nos hagan mal de ojo.
LAS CELEBRIDADES Y LA KABBALAH
Hoy en día es muy común ver a celebridades como Madonna, Britney Spear, Tom Cruise o David Beckham con pulseras rojas en sus muñecas.
Ellos practican abiertamente la kabbalah, pero durante miles de años, esta filosofía sólo pudo ser practicada por eruditos judíos, varones y mayores de 40 años.
Este movimiento en Hollywood ha sido muy criticado pues algunos acusan a sus maestros de vender charlas con Dios, amuletos y agua bendita.
Sin embargo, la realidad es que hoy en día la Kabbalah está disponible para todo el mundo y se han instruido a cerca de 4 millones de personas, por lo se ha transformado en el movimiento espiritual de más rápido crecimiento en la historia.
Como en toda filosofía, uno de los principales problemas es el fanatismo y muchos artistas se han encargado de desvirtuar los verdaderos principios de esta filosofía.
Basta ver los excesos de figuras que la practican como Britney Spears, Madonna, Elizabeth Taylor, Stella McCartney, Gwyneth Paltrow, Courtney Love, Naomi Campbell, Mick Jagger y Paris Hilton.
martes, 1 de febrero de 2011
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