Innovadores y cosmopolita
28 de febrero de 2011
Generalmente el primer deseo que pedimos al iniciar un nuevo año es que “éste sea un año mejor que el anterior”.
Lo que muchas veces no entendemos es que el hecho de que este año sea mejor que el pasado no es una cuestión de deseo, sino una cuestión de desición, de convicción.
La mayoría de de los autores de superación personal y autoayuda nos dicen que si queremos ser mejores personas y cumplir nuestros deseos, lo primero que hay que hacer es tener una mentalidad de triunfador.
Debemos creer que podemos hacerlo porque confiamos en nosotros y si no confiamos en nosotros mismos entonces es momento de cambiar nuestra mentalidad de un resignado perdedor a un ganador.
Por ejemplo, muchos nos quejamos de que el dinero no alcanza y de que no ganamos lo suficiente para vivir cómodamente y nos resignamos a tener una mentalidad conformista.
La realidad es que podríamos ganar más, buscar otro trabajo o ser financieramente independientes, pero muchas veces nos da miedo asumir el costo de arriesgar un poco más.
Nada en esta vida se obtiene gratis y para obtener el éxito debemos estar dispuestos a pagar su precio, tal vez significaría sacrificar tiempo, o arriesgar un capital o aventurarse en la búsqueda de otro empleo.
Hay otro tipo de cambios mucho más profundos que tienen que ver con nuestra vida personal, nuestras relaciones, nuestra alimentación o la salud que son igualmente alcanzables.
Lo importante es tomar la decisión de transformar nuestra manera de pensar para conseguirlo.
El inicio de año es ideal para rehacer nuestras metas y aliarnos con nuestra mente para conseguirlas.
Hay disciplinas como el Yoga que pueden ayudarnos a lograr un verdadero autoconocimiento de nuestras posibilidades y nuestras limitaciones, y partiendo de ahí podemos visualizar el mejor camino para lograr lo que anhelamos.
Para el Yoga Muchas veces no tenemos ni idea de cómo funcionamos y como consecuencia ignoramos nuestro potencial, es como desconocer con que herramientas contamos para hacer nuestro trabajo.
El Yoga nos permite restablecer la armonía y el equilibrio entre el cuerpo y la mente, y con ello logramos beneficios tanto a nivel físico como mental.
El Hatha Yoga por ejemplo, comienza con la práctica física para ayudarnos a tener un cuerpo sano y de ahí parte para lograr un crecimiento espiritual, para una mente sana y para encontrar el balance que conduce a la felicidad.
BENEFICIOS DEL BIKRAM YOGA
Practicar Bikram Yoga por 90 minutos equivale a correr 10 kilómetros, ir al gimnasio, tomar una clase de aerobics, recibir un masaje y un facial, ir al quiropráctico, meditar, ir a terapia, entrar a un temazcal y por supuesto hacer Yoga.
La clase de Bikram Yoga científicamente calienta y estira músculos, ligamentos y tendones en el orden en el que deben ser trabajados.
Una clase de Bikram Yoga consiste en una serie de 26 de las 84 posturas clásicas del Hatha Yoga de Patanjali, considerado el padre de la yoga de hace 4 mil 700 años.
Durante la sesión de 90 minutos a 42° se desarrollan las 26 posturas y dos ejercicios de respiración.
Estas 26 posturas mueven sistemáticamente sangre fresca y oxigenada a todo el cuerpo, a cada órgano y fibra, restaurando todos los sistemas a su funcionamiento normal y saludable.
Los resultados son el peso adecuado, excelente salud y una gran sensación de bienestar.
El calor produce un estiramiento fluido que permite mayor rango de movimiento en las articulaciones, músculos, ligamentos y otras estructuras que soportan el cuerpo.
A esta temperatura se ejercita completamente el sistema cardiovascular, además permite que el cuerpo queme grasa de manera eficiente.
Los músculos y el tejido conector se vuelven más elásticos y permiten mayor flexibilidad.
Sudar ayuda a la desintoxicación y eliminación de toxinas a través de la piel, el órgano eliminatorio más grande del cuerpo.
La temperatura ayuda al buen funcionamiento del sistema inmunológico.
Se puede buscar más información sobre le Bikram Yoga en www.bikramyoga.com y en www.bikramyogamexico.com
lunes, 28 de febrero de 2011
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