miércoles, 16 de febrero de 2011

Importancia de la rehabilitación bucal

Jungla de asfalto
16 de febrero de 2011

Si usted es de los que esperan hasta tener un insoportable dolor de dientes o muelas para ir al dentista seguramante es parte del 85% de la población que tiene miedo de acudir a un consultorio dental.

Hay casos más severos en los que incluso el miedo al dentista se convierte en odontofobia, un problema incluso reconocido por la Organización Mundial de la Salud que según estadísticas afecta al 15% de la población mundial.

No acudir al dentista a tiempo no sólo puede provocar la pérdida irremediable de algunas piezas, sino que puede causar otra clase de enfermedades bucodentales.

Desde padecer mal aliento, hasta infecciones severas producidas por caries, enfermedades de las encías, e incluso puede causar problemas cardiacos.

Este problema de miedo al dentista comienza generalmente desde la infancia debido a experiencias traumáticas, de hecho, el 75% de las fobias dentales en adultos tiene su origen en la niñez.

Dos de los mayores traumas en la consulta son el ruido de la fresa al raspar un diente y el piquete de la aguja para anestesiar.

Afortunadamente hoy en día la tecnología usada en los consultorios dentales disminuye las experiencias negativas en las revisiones o tratamientos dentales.

El ruido de la fresadora por ejemplo se elimina con la ayuda de audífonos e incluso este mes se presentó un nuevo aparato que permite amortiguar el sonido del taladro.

Este aparato es una especie de chip diseñado por investigadores del King´s College, la Universidad de Brunel y la Universidad de South Bank en Londresm que convierte los sonidos del consultorio dental en señales digitales.

El procesador analiza el sonido que surge de micrófonos colocados cerca del taladro dental e invierte la onda de sonido para cancelar los ruidos no deseados.

Imagínese, esto quiere decir que aunque el taladro esté funcionando usted no podrá percibir las ondas sonoras del ruido, sin embargo, el aparato permite que otros sonidos, como la voz del dentista, sí se escuchen.

El paciente sólo debe conectar el dispositivo a su reproductor de MP3 y con sus audífonos puede escuchar su propia música sin que lo moleste el ruido del taladro.

El costo será muy accesible para los dentistas por lo que incluso no ameritaría un costo mucho mayor en la consulta.

Ahora, una tendencia que ya está es uso es la odontología láser, que permite eliminar las caries sin dolor y sin ruido.

Estos lásers dentales existen desde 1960, sin embargo su perfeccionamiento y mayor uso comenzó a darse en el año 2000.

El láser no desgasta los dientes ni los fisura, sólo llega a donde debe llegar, a las caries.

Funciona a base de agua y una emisión de luz que va directamente a donde se localiza la caries, por lo que es poco invasiva y respeta el tejido sano, además de que no produce el terrorífico ruido que hace un taladro.

En cuanto a la técnica de anestesiar con jeringa, también ha habido un salto gigante con la sedación por computadora.

Es el mayor avance desde que se inventó la jeringa dental hace más de 150 años y consiste en un sistema computarizado diseñado con insertos desechables que reemplazan a la jeringa tradicional.

La anestesia se infiltra por goteo y sin ocasionar dolor, además no tiene los efectos colaterales comunes de la anestesia normal como adormecimientos de labios o la sensación de estar trompudos.

Este tipo de técnica anestesia exactamente el diente a tratar sin afectar labios, cara, lengua y músculos de la expresión, así que no saldrá babeando del consultorio.

Se puede programar en la computadora la anestesia para varios dientes, bilateralmente, con una dosis reducida de anestesia y con una sola inyección.

El beneficio es incluso para los dentistas, pues al aplicar la anestesia con una jeringa normal, se requiere de la presión de los músculos de la muñeca, antebrazo y brazo, cuestión que después de períodos prolongados puede incluso producir lesiones.

El procedimiento es un poco más lento, pero nada puede compararse con lo confortable que es no sentir el dolor previo al adormecimiento.

Otro de los traumas, sobre todo en la adolescencia en la ortodoncia, la colocación y es uso de los brackets es algo que ha marcado a muchas generaciones, sobre todo por el problema estético que implica.

Afortunadamente hoy en día existen técnicas como la ortodoncia lingual, que consiste en colocar los brackets en la cara interna de los dientes.

Cumplen la misma función pero nuestros hijos pueden sonreír sin ningún tipo de complejo pues no se ven.

Esta técnica ha tenido más auge en los últimos años y la ventaja tiene mucho auge los últimos años debido a que ha demostrado ser muy eficaz y evitar el problema estético de traer brackets durante al menos 2 años.

Hay que tener en cuenta que el costo es entre un 35% y un 40% mayor, pero es cuestión de evaluar si amerita el beneficio obtenido.

El precio es mayor debido a que los costos materiales y armado son mayores, además la técnica es más sofisticada y existen menos profesionales capacitados para realizarla.

CUANDO ACUDIR AL DENTISTA

Cualquier cambio que percibamos en nuestra boca debería ser motivo de consulta con el dentista, independientemente de si existe o no existe dolor.

Estos cambios pueden ir desde un diente que corta o molesta al roce con la lengua o la repentina sensibilidad al calor o al frío, incluso la molestia al comer un dulce o algo duro.

Ninguna molestia debe tomarse como un síntoma leve, mucha gente tienen tanta renuencia a ir al dentista que incluso considera que la sensación de movilidad en una pieza puede ser normal.

¿Qué señales de alerta nos da nuestra dentadura?

Obviamente el más notorio de que algo anda mal es el dolor, sin embargo, hay otros síntomas como por ejemplo que sangren las encías al limpiarse con el cepillo o si se percibe alguna secreción líquida.

Esto puede ser sinónimo de una infección en la encía.

Otras razones son:

Mal aliento persistente.
La fractura de un diente.
Cuando se detecta una mancha extraña en un diente o una muela.
Cuando a pesar de lavarse los dientes tres veces al día y practica el buen cepillado, hay sarro en los dientes.
Cuando se percibe que un emplaste o resina se ha cuarteado o caído.
Cuando se rechinan mucho los dientes por las noches, conocido como broxismo.

Y por supuesto, lo ideal es acudir al dentista a una revisión completa al menos cada seis meses.

1 comentario:

  1. miy interesante articulo, es fundamental acudir a nuestros odontologos de confianza ante cualquier dolor o molestia ya que ellos cuentan con equipos dentales de ultima generacion que ayudan a dar diagnosticos muy exactos

    ResponderEliminar