Cárceles negras en China

Humano y pasiones
5 de octubre de 2010

En el 2003 el gobierno chino abolió las leyes que permiten la detención arbitraria de los no residentes y vagabundos en su territorio.

Pero desde entonces aparecieron las “cárceles negras”, dirigidas por los gobiernos de provincias.

Desde entonces grupos de Derechos Humanos han denunciado las “cárceles negras”.

En estas cárceles están las personas que se quejan o hablan mal de su gobierno local.

El gobierno de provincia no quiere que las personas reclamen tierras robadas ni reporten actos de corrupción.

Por eso son detenidos contra su voluntad y son llevados a hoteles viejos, hospitales psiquiátricos, asilos o casas alquiladas, donde les quitan sus papeles y celulares.

Cuando las personas son detenidas o interceptadas, no se les dice el motivo, cuando mucho les dicen: que es “caso de estudio” o “reeducación legal”.

Las personas que son llevadas a las “cárceles negras” son maltratadas y golpeadas, claro, saben donde pegarles para no dejar rastro.

Algunas víctimas han declarado que han sido violadas, privadas de alimentos, sueño y atención médica.

El secuestro, del que son objetos, pueden durar semanas o meses, hasta que desistan de su objetivo de denunciar; y es cuando son regresadas a sus comunidades.

De estos abusos de autoridad son víctimas, principalmente, las personas que viven en la provincia, quienes pretenden ir a Pekin a levantar su queja, pero en su camino, a la ciudad, son interceptados por los gobiernos de las provincias.

Hasta el año pasado, según un informe de la ONG pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW), se calcula que sólo en Pekín 10 mil personas han pasado por estas “cárceles negras”.

Este tema ha sido seguido no sólo por la prensa local, sino también la internacional y hay testimonios, pero el gobierno Chino asegura que no existen.

Apenas, a finales de este septiembre, la policía de Pekín está investigando una empresa de seguridad cuyos empleados interceptan a disidentes, los retinen en instalaciones clandestinas y luego los envían de regreso a sus lugares de origen.