Hay muchas formas de energías limpias y renovables que son esenciales para detener el cambio climático.
Por ejemplo, están la Eólica, la Geotérmica, la Hidroeléctrica y la Nucleoeléctrica.
Todas tienen sus beneficios y limitantes, pero con ellas se busca reducir el impacto ambiental causado por el ser humano.
En esta ocasión hablaremos de la energía eólica, que desde hace miles de años ya se viene utilizando.
Los persas fueron los pioneros de los molinos de viento.
Claro, ya no se produce como antes, cuando se utilizaba para mover los barcos impulsados por velas o hacer funcionar la maquinaria de molinos al mover sus aspas.
Su nombre se debe a Aeolus, dios del viento en la antigua Grecia.
Las turbinas modernas fueron desarrolladas a comienzos de 1980.
Esta energía es una forma indirecta de la energía solar.
Pues las diferencias de temperaturas y de presiones en la atmósfera, provocadas por la absorción de la radiación solar, son las que ponen al viento en movimiento.
Actualmente es una energía limpia y la menos costosa de producir.
El poder del viento no produce desechos peligrosos o provoca calentamiento global
México cuenta con uno de los recursos eólicos más abundantes e importantes a nivel mundial en el istmo de Tehuantepec
La cual podría suministrarnos hasta un 7% de las necesidades de energía eléctrica a nivel nacional
Dinamarca obtiene el 20% de su electricidad del viento.
La energía eólica es ampliamente aceptada a nivel mundial
Las encuestas de opinión arrojan que más de 8 de cada 10 de las personas encuestadas Están en el favor de energía del viento.
En México, el desarrollo de este tipo de energía se inició con un programa del Instituto de Investigaciones Eléctricas (iie), en febrero de 1977.
En nuestro país existen zonas que aún no han sido explotadas para la creación de esta energía.
Como la Península de Baja California, la Península de Yucatán, Las costas del país y el altiplano norte.
Actualmente la energía eólica genera 1% de la electricidad de México.
Oaxaca tiene la capacidad de generar hasta 5 mil megavatios de energía eólica, lo que serviría para iluminar una ciudad como París.
jueves, 29 de abril de 2010
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