Caja de Pandora
30 de julio de 2010
Dormir es una de las actividades más maravillosas que el ser humano puede disfrutar.
Y tal vez es por ello que la gente tiende a pensar en dormir bien más como un lujo que como una necesidad.
No se dan cuenta que dormir, más no soñar, es muy importante para recuperar las energías perdidas durante las actividades diarias.
Entre más actividades realizamos, más necesitamos de un sueño reparador cada noche.
Un bebé recién nacido o de pocos meses de edad necesita dormir hasta 18 horas al día porque su cuerpo crece muy rápido y su metabolismo trabaja todo el día.
Un adulto promedio necesita entre siete a ocho horas diariamente para recobrar su energía y mantener su salud.
La somnolencia excesiva se define como la incapacidad de mantenerse despierto o alerta durante el día.
La causa más frecuente de la Somnolencia Excesiva Diurna es la disminución del tiempo ideal de sueño, sin embargo no es la única.
Otros factores que la generan son:
la Apnea Obstructiva del Sueño (AOS) que es cuando la persona deja de respirar por al menos un periodo de 10 segundos.
Las alteraciones del sistema nervioso central como por ejemplo una migraña o epilepsia del lóbulo temporal.
Los índices de la SED se han incrementado de forma importante en los últimos años en la población mundial.
Uno de los principales factores es el estilo de vida que se lleva, pues induce a tener una inadecuada higiene de sueño.
Algunos malos hábitos muy comunes en la actualidad son:
1. Dormir menos de 8 horas diarias (que es el tiempo recomendado para que el cuerpo se recupere).
2. Uso de estimulantes previos al sueño.
3. Abuso del alcohol.
4. Ejercitarse menos de 3 horas antes de ir a la cama.
5. Tener ambientes inadecuados para dormir (luz excesiva, ruido, malas posturas, etc.).
Uno de los factores que afectan y que no tienen que ver con malos hábitos son los trastornos de sueño ocasionados por los cambios de turno en el trabajo.
También son conocidos como SHIFT WORK SLEEP DISORDERS.
Alrededor del 15% de la población económicamente activa labora bajo un régimen de turnos rotatorios.
Se calcula que para finales del 2010 la cifra aumente a 40%.
Si esta proyección se cumple, los problemas de salud y los riesgos de accidentes derivados de las alteraciones de sueño tendrán un impacto negativo considerable.
Los trabajos más expuestos a las jornadas nocturnos son:
Servicios de emergencias, médicos de urgencias, transportes, prensa, servicios de limpieza y mantenimiento de vialidades, supermercados de 24 horas, etc.
No respetar las horas de sueño eleva el riesgo de padecer ansiedad, depresión, trastornos cognitivos y trastornos de conducta.
También puede provocar accidentes viales o laborales.
La somnolencia puede ser leve si sólo se presentan al estar en reposo o en situaciones monótonas, que requieren poca atención y que tienen muy poca repercusión social, laboral y económica.
Una somnolencia grado moderado es en la que los episodios de sueño se extienden a situaciones de mayor atención y que tienen mayor impacto.
Como entablar una conversación, atender una reunión importante social o laboral, entrevista de trabajo, etc.
Y finalmente una somnolencia de grado severo es aquella que los episodios de sueño son diariamente, en situaciones que demandan una atención exclusiva.
De no atenderse ponen en riesgo la integridad propia y la de otros como quedarse dormido manejando, o en el semáforo de alto.
SIGNOS DE SED
Bostezo frecuente
Cabeceo
Visión borrosa
Realizar esfuerzos para mantener la atención
Realizar esfuerzos para mantener los ojos abiertos
Invariablemente se duerme durante actividades monótonas o aburridas como:
Ver televisión, leer, viajar como pasajero de un vehículo, trabajar con la computadora, en conferencias, clases, cines, salas de espera, etc.
La pérdida del tono muscular que acompaña al cabeceo y caída de párpados responde a la entrada en la Etapa 1 del sueño No REM.
Por lo tanto si hay cabeceo la persona ya está dormida y tres segundos de sueño en una autopista puede significar un accidente fatal.
La Escala de Somnolencia de Epworth, es una escala que mide el grado de somnolencia de las personas con un rango de 0-24 puntos.
Básicamente y con fines didácticos podemos decir que se debe a dos situaciones:
POCA CANTIDAD: Dormimos menos horas de las que necesitamos. Sueño insuficiente.
MALA CALIDAD: Adecuada cantidad de horas de sueño nocturno, pero de mala calidad. Sueño no reparador.
¿CUÁNTAS HORAS DE SUEÑO SON SUFICIENTES?
El rango normal en humanos es de 5 a 10 horas por noche, siendo el promedio de 7 horas y media.
Las horas dormidas el fin de semana y durante las vacaciones marcan la necesidad individual de sueño nocturno.
La “somnolencia excesiva diurna” se produce cuando no se cubre adecuadamente el requerimiento de horas de sueño.
Este es propio de cada individuo, algunos necesitan 6 horas, otros 8, pero inevitablemente todos necesitamos del sueño reparador cada 24 horas.
Poner al límite nuestro ritmo biológico es muy peligroso, ya que la somnolencia que se produce nos coloca en una situación de “alto riesgo” para sufrir y/o provocar accidentes.
Las causas de la somnolencia no provienen sólo de dormir poco, sino también de dormir mal.
Hay quienes duermen toda la noche pero roncan, tienen apneas (interrupción de la respiración), se mueven o patalean, tienen pesadillas, etc.
Esto no permite tener un sueño reparador.
En 2002, a través del Club del Sueño, se hizo una encuesta en mil 34 personas y se encontró que más del 30% padecía Somnolencia Excesiva Diurna.
Pero ellos no reconocían que ello podía ser constituir un riesgo para su vida o la de otros.
El estudio del sueño nocturno (polisomnograma) ayuda a diagnosticar alteraciones que, adecuadamente tratadas, resuelven la somnolencia y sus consecuencias.
ESTADÍSTICAS SED
Estudios epidemiológicos refieren que entre 6.7 y 22.6% de la población mundial presenta SED.
Un estudio en la Ciudad de México durante el 2006 reveló que 31.5% de los entrevistados vivía con SED.
A 12.5% les afectaba en sus actividades cotidianas, mientras que al 9% le impactaba gravemente en sus ocupaciones laborales.
A partir del año 2000, alrededor del 15% de la población trabajadora laboró bajo régimen de turnos rotatorios.
Para 2010 la cifra podría aumentar a 40% lo cual provoca que se desarrollen trastornos del sueño.
viernes, 30 de julio de 2010
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