miércoles, 14 de julio de 2010

Historia Samborns

Humano y Pasiones
14 de julio de 2010

¿Quién no ha estado en un restaurante Sanborns para pasar un buen rato con amigos, familiares, compañeros de trabajo?

Ya es toda una tradición que nos ha acompañado por más de un siglo y ha estados presente en muchos acontecimientos históricos en nuestro país.

Pero Samborns no siempre ha sido el lugar que ahora conocemos; fue fundado en 1903 por los hermanos Samborn como una pequeña droguería.

Walter y Frank, quienes llegaron de Estados Unidos, pronto agregaron al negocio el servicio de la primera Fuente de Sodas de la capital.

Walter era químico así que pasteurizaban su propia leche y productos lácteos.

Porfirio Díaz y su esposa eran asiduos de los Sundaes y Bananas Splits, al igual que toda la "crema y nata" de la sociedad mexicana.

Después de abrir tres establecimientos en la ciudad, dos en la calle de Madero y uno en la calle 16 de septiembre, se aventuraron al norte.

Abrieron un cuarto establecimiento en el puerto de Tampico que resistió hasta 1914, cuando fue saqueada y destrozada por un motín antiyanqui.

Cuando Villa y Zapata hicieron su entrada triunfal a la capital en 1916, la "Tropa Zapatista" aprovechó para pasar al Samborns de la calle de Madero.

En ese lugar ahora se encuentra la Librería Madero, pero en ese entonces, la tropa se deleitó ahí con café, chocolate y pan de dulce.

Ante la inseguridad y las dificultades políticas y económicas de la Revolución, Walter regresó a Estados Unidos pero Frank se resistió.

En 1919 después de dos años de adaptaciones y esfuerzos, cerró las tres sucursales más pequeñas y se concentró en "La Casa de los Azulejos".

El éxito fue rotundo desde el primer día: un mini centro comercial en un marco irrepetible.

Restaurante, salón de té, fuente de sodas, tienda de regalos, farmacia, dulces y con el tiempo se agregó la librería, las revistas y la oferta de música y tabacos.

Frank Sanborn armó ahí el concepto que hoy sobrevive y funciona como un negocio redondo:

1. Los tres búhos aluden a su persona y sus dos hijos conocidos como los tecolotes y que aparecen juntos arriba de un marco de cantera en el mural del patio.

2. La vajilla azul y blanca con el diseño inglés es de origen chino llamado "Willow Patern".

Esas vajillas, llegaron a México con la "nao de la China", y ejercieron una gran influencia sobre los artesanos poblanos de Talavera.

Quienes la han visto completa explican que el conjunto es la narración de una sencilla historia de amor.

La vajilla se importó desde Inglaterra durante muchos años pero con el tiempo el costo fue muy elevado y después la confiaron a Anfora en México.

3. Los claveles blancos y rojos en un florero de vidrio soplado de color azulejo.

4. El uniforme de las meseras de inspiración oaxaqueña.

5. Los chocolates hechos a mano.

6. El "Agua de colonia Sanborns" y la crema "Teatrical".

7. La henna egipcia, la cocoa en polvo, botanas calientes en las vitrinas y pasteles de betún para eventos especiales, junto con pays y pasteles de moka o envinados.

En un principio Sanborns de Azulejos fue considerado el restaurante y la tienda más elegantes de México.

Después el lugar de encuentro por excelencia para turistas de todo el mundo.

El slogan de la tienda fue: “Meet me in Sanborns”.

Frank agregó una selección de arte popular y plata mexicana de altísimo nivel.

Esto le valió el mote de La Casa del Buen Gusto, hasta bien entrada la década de los 60

Conforme el país se fue transformando, se convirtió en el restaurante más democrático del país.

Ahí acudían a desayunar todos los días banqueros, estudiantes, políticos, amas de casa, comunistas, libre pensadores, artistas, profesores y poetas.

“¿Qué se dijo hoy en Sanborns?", era lo primero que el presidente Miguel Alemán le preguntaba a su secretario en los años 50.

Frank Sanborn vendió su negocio en 1946 con 400 empleados y dos tiendas “Los azulejos” y otra en Monterrey, a la Compañía Walgreen de Chicago.

Ellos contaron con un grupo importante de socios mexicanos.

Frank murió a los 86 años en su casa de México en 1959, al poco tiempo de haber recibido del gobierno el certificado con su nacionalidad mexicana.

No fue sino hasta 1985 que Sanborns se convirtió en una empresa 100% mexicana cuando la adquirió Grupo Carso con 31 tiendas en la República.

Actualmente Sanborns cuenta con más de 100 y tiendas y sigue siendo una tradición para las familias mexicanas.

Incluye servicios de:

Farmacias
Librerías
Departamentos de aparatos electrónicos
Departamentos personales
Departamentos para el hogar
Accesorios y joyería para dama y caballero
Regalos y novedades de alta calidad

Todo lo anterior combinado con un restaurante y un bar que se encuentran abiertos de las 7:00 de la mañana a la 1:30 de la mañana los siete días de la semana.

En los últimos años Sanborns ha introducido nuevos productos y servicios en sus tiendas, incluyendo su tarjeta de crédito (en asociación con Sears).

Ópticas
Equipo de cómputo y software
Módulos de servicios bancarios
Recepción de pago de diversos servicios.

En los últimos años han organizado festivales de diferentes tipos de comida, ya sea de algún estado en particular, de otros países o bien temáticos.

Esto añade un toque de renovación a su carta.

HISTORIA DE “LA CASA DE LOS AZULEJOS”

La historia de "La Casa los Azulejos" se remonta hasta el siglo 16 cuando fue trazada la calle San Francisco (hoy Madero).

Esta fue una las primeras Colonias y por muchos siglos avenida más popular de la Ciudad de México.

En un principio fueron dos casas que se unieron por acuerdo matrimonial de dos familias criollas novohispanas: Graciana Suárez Peredo y el Segundo Conde del Valle Orizaba.


Ella, una mujer joven con inmensa fortuna y el con posesión de un importante título nobiliario.

Fue precisamente la Quinta Condesa del Valle de Orizaba quien mandó reconstruir la casona después de muchas transformaciones.

La convirtió en todo un palacio, emblema del barroco mexicano de principios del siglo 18.

Revistió sus fachadas con miles de azulejos policromos fabricados en Puebla.

Cuando terminó de vestir su exterior, causó tanta admiración, que todos los habitantes se concentraron a sus puertas para verla.

Desde entonces la gente llama a este bello edificio: "La Casa de los Azulejos".

Mucho del interior barroco construido en aquella época aún sobrevive, como los barandales de cobre, algunos de manufactura china y otros mexicanos.

También están los guardapolvos de azulejo de las escaleras, las columnas churriguerescas de cantera del patio principal y la fuente con remates de mosaicos.

Y los remates de porcelana francesa del techo, de la fachada de Madero y también la del callejón de la Condesa.

Al edificio le fueron quitados 90 metros cuadrados para abrir esa calle a principios del siglo 20 por orden de Porfirio Díaz.

Cuando los Condes del Vale de Orizaba la pusieron a la veta en 1871, estuvo por más de seis años en manos del abogado Martínez de la Torre.

Cuando él murió, pasó a manos de la familia Yturbe Idaroff, última familia en habitarla.

En 1881 fue arrendada la planta alta al "Jockey Club" y la planta baja a una exclusiva tienda de ropa para dama hasta el año 1914.

Ese año, los Porfiristas brindaron ahí un banquete a Victoriano Huerta, celebrando el asesinato de Francisco I. Madero.

El presidente Venustiano Carranza, indignado, les arrebato la propiedad en 1915, entregándola para ser ocupada por la casa del Obrero Mundial.

Esto sólo duró un par de meses, pues su dueño Francisco Yturbe, logró recuperarla antes de que los talleres y mítines obreros acabaran con ella.

En 1917, Frank Samborn vió en “Los azulejos” la oportunidad de expandir su negocio así que la rentó y la remodeló por más de 2 años.

Techó el patio principal con vidrio emplomado, cambió los pisos y agregó a las paredes del mismo comedor el mural de Pavorreales.

Esta es una obra del pintor rumano Pacologue que fue contratado para hacerlo en Nueva York y el cual le tomó un año terminarlo.

Otra aportación importante por aquella época, fue la del mural al fresco de uno de los muralistas más importantes: José Clemente Orozco.

Lo terminó en 1925 titulándolo: "Omnisciencia" a solicitud de Paco Yturbe y con el visto bueno de los hermanos Sanborn.

En 1978 la empresa "Sanborn Hermanos S. A., adquirió la casa de la señora Corina Yturbe.

Después de su restauración entre 1993 y 1995 y un incendio menor en su segundo piso, se respetaron fielmente todas las etapas históricas de “Los azulejos”.

Desde el Barroco y el afrancesamiento del Porfirismo, hasta el Art Noveau y los dos murales que ya se encontraban en muy mal estado.


4 comentarios:

  1. Esta mas que interesante muy conmovedora esta historia

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  2. Respuestas
    1. El apellido es Sanborn, pero la empresa es Sanborns. Es como decir "De los Sanborn".

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