Todos tenemos una imagen propia, y no precisamente es como nosotros nos percibimos, sino es cómo nos perciben los demás.
Cada persona, que conocemos o que nos conoce tiene una imagen de nosotros, puede ser que sea buena, mala o regular, esto dependerá de nosotros mismos. La mayoría de las personas desconocen cuál es su marca personal, por lo cual en ocasiones suelen dar una imagen negativa a las personas que nos interesan conocer o contactar.
La marca propia está relacionada con el control de nuestra imagen, lo que ofrecemos no sólo como imagen, sino lo que proyectamos y hacemos de manera constante, lo que nos permitirá ser conocidos, reconocidos y recordados.
Y esto aplica no sólo en el ámbito personal, sino también en el profesional, y para cualquiera: emprendedores, empresarios, empleados, directivos, etc.
La imagen empresarial adecuada debe ser adaptable, accesible, competente, confiado, creativo, experimentado, honesto, inteligente, organizado, profesional, persona de recursos, sensible, sincero, emprendedor, comprensivo, competitivo
Si a esto le unimos un sistema de valores, la totalidad de esta suma puede alzarse con gran fuerza detrás de objetivos de todo tipo que nos darán un yo integrado con realizaciones profesionales y personales constantes
INVITADO
• LIC. PABLO MEYER, DIRECTOR GENERAL DE PABLO MEYER Y ASOCIADOS
info@pablomeyer.com
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