MARTES: HUMANO Y PASIONES
4 DE OCTUBRE DEL 2011
LIBRO “EDUCAR HOY” – GABY SOULÉ
No existe un manual de cómo educar a nuestros hijos, porque cada persona o individuo son diferentes, incluso, entre hermanos cada uno tiene una personalidad distinta.
Pero esto no implica que no debamos aceptar consejos de nuestros padres, amigos o especialistas.
Por lo general sabemos o nos dicen que debemos mostrar nuestro afecto de manera clara, debemos reconocer los logros, y corregir sus errores, de manera constructiva.
También debemos aprender a escuchar y hacernos entender; hay que educar con el ejemplo, pero también se debe enseñarles hacer independientes y ser seguros de sí mismos.
Recomiendan que se debe evitar el castigo físico, así como los premios y los contratos, retirar privilegios, hacer de la nada discusiones absurdas y evitar los chantajes, es lo que recomiendan algunos especialistas.
Pero ¿Qué hacer cuando hay peleas entre hermanos?, ¿O cuando un hermano es muy agresivo con el otro, o es agresivo hacia los demás?
O cuando vemos que nuestro hijo está subiendo de peso y no sabemos qué hacer para que baje de peso y su autoestima no se lastime más, y recurra, además, al sueño.
Para empezar, las peleas entre hermanos siempre van a existir y no hay familia con hijos que no las tenga, se podría decir que es natural de una familia.
Pero, también, es necesario que los padres nos percatemos cuando hacer presente nuestra intervención, para evitar que los problemas crezcan.
Las peleas entre hermanos son, por lo general, por una rivalidad innata al querer establecer un dominio sobre el otro.
Además, se presenta un afán por llamar la atención de los padres y disputar el cariño de ellos.
También, los hermanos se pelean para defender un espacio y objetos personales.
Para evitar inclinarnos por alguno de nuestros hijos, debemos enseñarles a que ellos deben de resolver sus problemas.
Se les debe explicar a los hijos las consecuencias de las peleas y agresiones.
También es necesario que entiendan porque es importante la buena comunicación y cariño entre hermanos, así como el respeto entre ellos, pues esto será para toda la vida.
Si hay una amonestación, debe ser la misma para los dos.
Si tenemos un hijo de carácter débil no nos debemos inclinar por él, sino se le debe enseñar a defender, porque si lo defendemos siempre, no aprenderá a defenderse y siempre va a querer recurrir a los padres
Hay que evitar las comparaciones entre los hermanos, familiares o amigos de la misma edad; ya que esto lo único que fomentará será envidia, celos y provocar baja autoestima.
Las reglas de disciplina deben ser para los hermanos equitativas
Es necesario dedicar tiempo exclusivo por separado a cada uno de los hijos, con el fin de que cada padre comparta actividades diferentes con cada uno.
Elogie los comportamientos adecuados cuando los niños pueden compartir sin pelear.
Si las peleas se vuelven recurrentes e intensas y la situación se sale de control, es aconsejable buscar ayuda profesional.
También es importante revisar el peso de nuestros hijos y buscar el motivo de su aumento de peso, que puede ser desde que come sólo comida chatarra o tiene estrés que le ocasiona comer mucho.
Si el niño tiene sobrepeso u obesidad lo más seguro es que no esté durmiendo bien. Un descanso inadecuado provoca alteraciones en las hormonas del apetito.
Es recomendable que los niños duerman 10 horas en promedio, ya que están en pleno desarrollo y el dormir es parte de su alimentación.
Un niño come mucho por varias causas: come muchos dulces, come en exceso en casa, como por miedo o por estrés, o para no sentirse solos, por eso se debe detectar la causa de porque está gordito.
Para reconocer los motivos podemos leer el libro de Gabriela Soulé, “Educar Hoy”, donde trae consejos para poder comunicarnos con nuestros hijos.
Recuerde, no hay mejor inversión que nuestros propios hijos!
INVITADA
• GABRIELA SOULÉ EGEA, PRESIDENTA EN FUNDACIÓN UMBRAL I.A.P
Es Especialista en Educación Especial, Maestra en Neurociencias, Tanatológa y Psicoterapeuta
martes, 4 de octubre de 2011
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