VINOS DE BODEGA CASTELLO AVANFI Y RESTAURANTE ALFREDO DI ROMA

Jungla de asfalto
1 de junio de 2011


BODEGA CASTELLO BANFI

Este año, la bodega Castello Banfi fue declarada la bodega más importante de Italia en el prestigioso Concurso Internacional de Enología que se celebra cada año en la Feria del Vino VinItaly en Verona, Italia.

Este reconocimiento se basó en los puntos concedidos por un jurado internacional durante una rigurosa cata a ciegas.

La suma de los tres mejores vinos de cada productor lo hacen acreedor a la “Gran Menzione”, equivalente a una medalla de oro.

Esta es la décima segunda vez en 17 años que Castello Banfi ha sido declarada la mejor bodega de Italia, además de ser galardonada con el “Gran Premio VinItaly” en un récord de cuatro veces.

En 2009, ya había sido honrados con el premio VinItaly Internacional, otorgado por sus logros en el mundo del vino y su liderazgo que lo han llevado a ser los embajadores líder de “Made in Italy” en todo el mundo.

La finca Castello Banfi, está situada en Montalcino, en la Toscana y fue fundada en 1978 por los hermanos estadounidenses John y Harry Mariani, de Banfi Vintners, principal importador estadounidense de vinos.

Son la primera bodega en el mundo que ha recibido reconocimiento internacional por Exceptional Environmental, Ethical and Social Responsibility.

Además fueron nombrados Líder Internacional en la Satisfacción del Cliente por la Organización Internacional de Normalización con sede en Ginebra, Suiza.

Hoy en día son un sello distintivo de la Toscana en cuanto a hospitalidad y gastronomía, pues cuentan con una taberna clásica, enoteca, un museo privado de vidrio, bodegas balsámicas y visitas a las bodegas.

Además poseen una pensión cinco estrellas con habitaciones y suites de lujo.

Su enólogo es Ezio Rivella y producen las Denominaciones de Origen Montalcino, San Antimo y Chianti.

1. Montalcino produce Brunellos y Rosso.

2. San Antimo produce Excelsus, Summus, Tavernelle, Colveccio, Cum Laude, Mandrielle, Fontanelle.

3. Chanbti produce Placido, Classico y Riserva.

4. También producen otros vinos como Le Rime, Centine, Col Di Sasso, PGrigio Placido, etc.

Tienen 7 mil 10 hectáreas de tierra, pero sólo 2 mil 400 están plantados con viñedos que llevan por nombres Poggio all´Oro, Tavernelle, Mandrielle, Fontanelle, Colvecchio, Serena y San Angelo.

El clima de sus bóvedas subterráneas están controladas remotamente por computadora y tienen alrededor de 300 tanques de acero inoxidable donde vinifican sus vinos.

Posees 2 mil barricas de roble francés más barricas de tradicionales de roble eslovaco.

En general, los vinos de Banfi tienen la posibilidad de guarda por varios años, sin perder su jovial expresión.

Logran un gran control de calidad gracias a la plantación de monoviñedos, de los cuáles el 80% pertenecen a denominaciones de Origen.

VINOS DE LA TOSCANA

La uva principal de la Toscana es la San Giovese y el 72% de la región produce vino tinto.

En 1974 el Tignanello y Sassicaia fueron los primeros vinos llamados "supertoscanos".

El Tignanello procede de la zona de Chanti clásico y casi todo está hecho de la variedad San Giovese. El Sassicaia es una mezca de Cavernesia Vignon y Sauvignon Blanc.

Los “supertoscanos” son vinos producidos en la zona de Chianti pero no pueden llamarse Chianti porque su mezcla de uvas no se ajusta a los requisitos de su denominación de origen.

Según los últimos datos estadísticos son 53 mil las empresas toscanas que se ocupan del cultivo de la vid y cuentan con 64 mil hectáreas de terreno destinadas a viñedo.

Producen más de 2 millones los hectólitros de vino al año y cuentan con 35 Denominaciones de Origen .

Sus exportaciones superan los 470 millones de euros anuales, lo cual representa el 17% de la exportación de vinos de Italia.

Sus principales consumidores son los países de la Unión Europea, Estados Unidos y Japón.

RESTAURANTE ALFREDO DI ROMA

La historia de “Alfredo di Roma” se remonta a 1908 cuando Alfredo di Lelio, un joven con una gran pasión por la gastronomía comenzó a trabajar en el pequeño restaurante de sus padres.

Su gran éxito y lo que lo llevó a la fama fue su “Maestosissime Fetuccine Alfredo”, una pasta de tiras largas y planas acompañada con salsa Alfredo a base de crema de leche, manteca y queso parmesano.

Originalemente, este plato se llamó Fettuccine al burro, pero en 1914 Alfredo di Leilo le gró imprimir su sello personal y su nombre se hizo sobre todo famoso en Estados Unidos.

A México llegó en octubre de 1996 y junto con Au Pied de Cochon, La Chimenea y The Palm, en lo que ahora es uno de los centros gourmets más importantes en México.

También está presente en ciudades como Roma, Río de Janeiro, Orlando, Bahía y en México, además del Distrito Federal, está en Cozumel y Puebla.

En la Ciudad de México está ubicado en el Hotel Presidente Intercontinental.

La arquitectura de Alfredo di Roma se caracteriza por bóvedas, cornisas y columnas de estilo original y clásico que enmarcan un amplio comedor para hasta 140 comensales.

En sus paredes se exhiben fotografías de Alfredo, su fundador, acompañado por personalidades del ámbito político, social y artístico del mundo.

Muchos de los ingredientes de sus platillos se traen directamente de Italia, y los chefs del lugar son Mauro Chiecchio y Bruno Picco.

En la carta se pueden degustar platillos como el famoso Fetuccine Alfredo, Minestrone a la Genovesa, Tortellinis rellenos de queso ricota y queso de cabra.

También destacan el Risotto a la italiana, Canelones rellenos de carne y espinaca, o Cordero a las finas hierbas, así como una amplia gama de postres.

Tienen una extensa carta de vinos y licores, tanto de la península itálica, como de las regiones vinícolas más importantes del mundo.

Esta carta ha sido merecedora de varios premios, entre ellos uno que le otorgó la revista Wine Espectator.

Se cuenta una historia curiosa acerca de los actores de Hollywood Merry Pickfork y John Fairbank, quienes iban mucho al restaurante Alfredo Di Roma y en agradecimiento hacia Alfredo Di Lelio, le mandaron a hacer unos cubiertos de oro.

Después, Alfredo decidió tomarlo como emblema para engalanar siempre al Fettuccine Alfredo.

Cada vez que una persona pide un Fettuccine, se le entregan sus cubiertos de oro y se le menciona que es preparado en el tazón de la buena suerte y la buena fortuna.