ITALIA

Irreverente

9 de junio de 2011

SORRENTO, ITALIA

Sorrento, era conocida como Sorrentum hace 2 mil años, y se encuentra en el extremo meridional del golfo de Nápoles.

Por su posición estratégica fue una especie de guardian para todas las naves que llegaban procedentes del sur, pero también fue expuesta a los ataques por parte de todos los invasores.

Probablemente fue fundada por los griegos en el siglo 6 y pasó a los romanos después de las gueras sanniticas en el 295 a.c.

Despúes de la dominación de los normandos, los suevos y los angevinos Sorrento siguió ligada a los abatares históricos de Nápoles hasta el momento de su unificación al reino de Italia en 1860.

Hoy Sorrento es una bella localidad turística un poco alejada de la caótica Nápoles que ofrece interesantes visitas culturales y un excelente destino para ir de compras.

Existe una leyenda que dice que Sorrento fue llamado así por las sirenas de la mitología griega, que llevaron a Ulises a la costa, animándolo a que se estableciera ahí.

La distribución en sus calles está diseñada para aprovechar al máximo la luz del sol sin perder la brisa que viene del mar.

Sorrento es el lugar donde muchos se hospedan para explorar costa de Almalfi.

El corazón del pueblo se encuentra en la vía san Cesareo, es ahí donde todos los turistas buscan tiendas de suvenires que venden desde artesanía local y manteles bordados, hasta el licor de fabricación local, el Limoncello.

El puerto de Sorrento, marina grande, estuvo alguna vez separado del pueblo por unas puertas sólidamente construidas para proteger a los habitantes de los asaltos de los piratas de Saracen.

La comunidad pesquera de Sorrento es numerosa y existe una gran variedad de restaurantes de cocina del mar.

AMALFI

Almalfi es el pueblo más grande de la costa y es un destino turístico popular, conocido como el lugar de diversión de la elite europea.

Amalfi fue una vez capital de la República Marinera de Amalfi, destruida casi en su totalidad por un tsunami en el año 1343.

Algunos restos de la república prevalecen en el antiguo arsenal militar del puerto y en el museo civil de la plaza mayor.

La catedral llama la atención por la interesante mezcla de estilos, así como por ser el último lugar donde reposo San Andrés, el apóstol al que el pueblo entero es devoto.

Se cree que él fue quien salvó a Amalfi del ataque de los piratas de Saracen, procurando al mandar una tormenta en el siglo 16.

POSITANO

Hay muchas leyendas que surgieron alrededor de este pueblo a la orilla del mar.

Algunos dicen que fue creado por el dios Neptuno, otros dicen que fue construido como retirada de los piratas de Saracen.

Los artefactos que se ha encontrado sugieren que fue creado por civilizaciones antepasadas.

Positano es un pueblo para ser recorrido a pie. Hay muchas boutiques y museos que se pueden recorrer hasta llegar al puerto.

Positano cuenta con un par de playas bonitas como Spiaggia Grande y Spiaggia del Fornillo, pero para tener acceso a las mejores playas se debe pagar.

Es común que se realicen paseos en bote a lo largo de la costa o se realicen recorrido de 60 minutos en barco a la sofisticada isla de Capri.

POMPEYA

Era el año 79 d. C. Cuando Pompeya sufrió la tragedia de la erupción del Vesubio.

La espesa capa de material eruptivo que la sepultó estaba constituido en la mayor parte por ceniza y lapilli, un material no duro.

Esto permitió a la ciudad llegar íntegra hasta nuestros días no sólo en su arquitectura, sino también en todo lo que había en el interior de las casas o dentro de las tiendas ofreciendo un cuadro de la vida cotidiana de aquél entonces.

A lo largo de los muros de las casas hay inscripciones de propaganda electoral o pintas insultantes dirigidas a algún ciudadano.

Sobre las puertas de las tiendas, los rótulos indican la actividad desarrollada o el nombre del propietario.

Al lado de las villas señoriales de la nobleza y de las lujosas pertenecientes a la burguesía, se levantan casas modestas donde vivían más familias.

Las viviendas de los campesinos, en cambio, están organizadas alrededor de las huertas o del pequeño campo.

A los márgenes de la ciudad se hallan los lupanares, que eran lugares destinados al placer para los marineros y gente de paseo.

En los estrechos callejones, en las tiendas o en los espacios reservados a los servicios, se puede notar la rutina cotidiana que interesaba a los trabajadores, a los esclavos y también a las amas de casa.

En el interior de las casas se conservan todavía muebles, enseres, objetos de oro y plata, instrumentos de trabajo, vajilla, lámparas de bronce y de terracota, barras para tomar bebidas, molinos de aceite y muelas para el trigo.

La ciudad desenterrada constituye un excepcional testimonio histórico de la civilización romana.