jueves, 26 de agosto de 2010

La Independencia y la Revolución

Irreverente
26 de agosto de 2010


LA INDEPENDENCIA

La conquista de nuestro territorio a manos de los españoles sucedió en 1521 después de luchas sangrientas, despojos y ultrajes.

Nuestra identidad, costumbres, creencias, cultura y hasta la fisonomía se vio transformada con la permanencia de los españoles en nuestro territorio.

La gran Tenochtitlan se convirtió en la Nueva España y después de 300 años bajo el yugo español se había transformado por completo.

Muchos españoles nacidos en América, los criollos, habían estado expuestos a la Ilustración y adquirieron otra visión del mundo leyendo a Montesquieu, Rousseau o Voltaire.

Gracias a esa clase, a la criolla, se fraguó la independencia de nuestra nación.

Ellos eran un sector importante en la sociedad novohispana, tenían acceso a la educación, a la cultura y su situación económica era buena.

El propio Hidalgo tenía una hacienda y dos ranchos, sin embargo, para los españoles puros, no dejaba de ser un criollo y esto le limitaba en algunos aspectos.

Un criollo no podía ser virrey, ni oidor de la real audiencia, ni ocupar un puesto administrativo o eclesiástico de primer nivel de primer nivel.

Miguel Hidalgo, Ignacio López Rayón, Juan Aldama, Ignacio Allende, Mariano Abasolo, todos criollos y con una envidiable posición económica lucharon por la independencia del país.

Aquí algunos datos interesantes:

El movimiento comenzó con muchas conspiraciones, las más importantes fueron la de Valladolid y Querétaro.

En la de Querétaro intervinieron el cura Miguel Hidalgo y Costilla, el Corregidor don Miguel Domínguez, su esposa doña Josefa Ortiz de Domínguez y los capitanes Allende, Aldama, Abasolo, Arias y Lanzagorta.

Esta conspiración también fue descubierta y el corregidor debía aprehenderlos, así que doña Josefa dio aviso e hidalgo decidió comenzar la lucha.

La madrugada del 16 de septiembre reunió hombres y armas y dio el famosos grito de independencia en el atrio de la iglesia.

Una de las primeras luchas fue en Guanajuato, donde los españoles se refugiaron en la Alhóndiga de Granaditas.

El pípila, un obrero de las minas, se hizo famoso el 28 de septiembre, cuando se echó a la espalda una enorme losa, atravesó la lluvia de balas e incendió la puerta.

El pípila se llamaba Juan José de los Reyes Martínez y sobrevivió a la lucha de Independencia pues murió hasta 1863.

Después de varias luchas, Hidalgo, Allende, Aldama y Jiménez fueron aprehendidos y asesinados. Sus cabezas fueron expuestas en la Alhóndiga de Granaditas de 1811 hasta 1821.

Muertos ellos, la lucha se inclinó hacia el sur con José María Morelos y Pavón, Hermenegildo y Pablo Galeana, Nicolás, Leonardo y Miguel Bravo, Mariano Matamoros y Vicente Guerrero.

José María Morelos y Pavón tomó Morelos, Guerrero, Oaxaca, estableció el Vongreso de Chilpancingo, abolió la esclavitud y ordenó el reparto de fincas que tuvieran más de dos leguas.

Le fue bien hasta 1815 en que después de la derrota de Peruarán en que perdió todo, fue degradado por la iglesia y fusilado en San Cristóbal Ecatepec.

La lucha siguió hasta la formación del Ejército Trigarante con 2 mil 500 hombres al mando de Agustín de Iturbide.

Su lucha contra el ejercito realista dio frutos y finalmente, cuando el nuevo Virrey Don Juan O’donojú llegó a México firmó con Iturbide el Plan de Iguala, reconociendo la Independencia de México el 23 de agosto de 1821.

El Ejército Trigarante entró triunfal a la Ciudad de México por la calle de Madero, hasta llegar a la Plaza Mayor el 27 de septiembre de 1821.

REVOLUCIÓN MEXICANA

El objetivo principal era terminar con el gobierno porfirista, ya que el oaxaqueño Porfirio Díaz tenía 34 años en el poder.

Y aunque logró un crecimiento económico y una estabilidad política al país, también ocasionó crisis en diversas esferas del país, y principalmente de la clase baja.

Durante el transcurso de las batallas los líderes de cada uno de los levantamientos empezaron a pelear por sus intereses o los de su gente.

El movimiento fue iniciado por Francisco I. Madero con el Plan de San Luis, en San Antonio, Estados Unidos, pues ahí se encontraba, luego de haber escapado de la prisión.

Y fue así que el 20 de noviembre de 1910 inició la revolución, movimiento que reflejaba los problemas políticos, económicos y sociales.

A Francisco I. Madero lo siguieron líderes como Villa, Orozco y Zapata, quienes encabezaron la lucha campesina.

Pero ellos se percataron que el reparto de las tierras era lo que menos importaba a los líderes de la capital.

Para Madero y Venustiano Carranza lo más importante era resolver las demandas políticas y las sociales quedaban en segundo plano.

Esto fue lo que provocó que los zapatistas y los seguidores de Pascual Orozco se alzarán contra el gobierno de Francisco I. Madero, a quien consideraron traidor, por no restituir las tierras a los campesinos, como se prometió desde un principio.

En 1913 Félix Díaz, Bernardo reyes y Victoriano Huerta dieron un golpe de estado contra Madero.

Este golpe se conoció como la decena trágica, y fue cuando asesinaron a Francisco I. Madero, a su hermano Gustavo y al vicepresidente Pino Suárez.

Tras esto, Victoriano Huerta asume el control del país, pero a poco más de un año de su gobierno, renuncia y huye del país.

Pues hubieron varios levantamientos en su contra, como los liderados por Venustiano Carranza y Francisco Villa.

Con el Plan de Guadalupe, acuerdo convocado por Carranza, se nombró presidente a Eulalio Guzmán, pero después el mismo Carranza desconoció el acuerdo, provocando nuevos conflictos.

Venustiano Carranza llegó a la presidencia en 1917 y fue asesinado en 1920, pero logró proclamar la Constitución.

Carranza ordenó matar a Emiliano Zapata, y por la intervención de Jesús María Guajardo, quien engaño a Zapata, de estar de su parte, lo cito en un lugar, y fue asesinado en 1920, por 10 soldados que le dispararon a traición.

Villa fue asesinado en 1923 y Álvaro Obregón en 1928.

La fecha de que terminó la revolución varia, de acuerdo a distintas fuentes.

Para algunos dicen que terminó con la proclamación de la Constitución mexicana, en 1917.

Otros dicen que terminó en 1924 con la elección a la presidencia de Plutarco Elías Calles.

Pero las revueltas militares y las situaciones de violencia esporádica continuaron hasta 1934, cuando llegó a la presidencia Lázaro Cárdenas, quien institucionalizó las reformas que se habían iniciado en el proceso revolucionario y que se legitimizaron con la constitución de 1917.

Tampoco se tiene un número exacto de la cantidad de muertos que hubo.

La mayoría de las fuentes apuntan que entre 1 y 2 millones de personas, estás cifras se basan en los datos proporcionados por los censos realizados en el país, entre 1910 y 1921.

El censo de 1910 arrojó una cantidad de 15.160.369 habitantes, mientras que el de 1921 la cantidad de 14.334.780.

Esta diferencia aproximada de 1 millón es la que se ha tomado como la cantidad de muertos ocasionados por el conflicto armado.

Pero la cifra está conformada por las personas que murieron en combate, la disminución de la natalidad, la inmigración a países como los Estados Unidos, Guatemala, Cuba y otros de Europa.

Además de muertos a causa de la hambruna, y de la pandemia de 1918, de gripe española, la cual se asegura llegó a causar la muerte de 450.000 personas.

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