jueves, 12 de agosto de 2010

Eliminando el carbono del aire

Irreverente
12 de agosto de 2010


Encontrar formas de limpiar el dióxido de carbono de la atmósfera ha sido durante mucho tiempo uno de los principales objetivos de investigadores alrededor del mundo.

Ahora, científicos en Estados Unidos dicen haber encontrado una solución: máquinas capaces de capturar mucho más dióxido de carbono que los árboles naturales.

Estas máquinas podrían ayudar a mitigar la quema excesiva de combustibles fósiles y una de sus principales consecuencias: el calentamiento global.

Su creador es el Doctor Klaus S. Lackner, geofísico del Centro de Ingeniería de la Tierra de la Universidad de Columbia en Nueva York.

Él ha pasado años investigando la absorción del dióxido de carbono y su máquina es esencialmente una torre de alta tecnología con materiales especiales absorbentes.

De la misma forma como lo hace un árbol natural, la máquina permite el flujo de aire por sus celdas y filtra el dióxido de carbono manteniéndolo adentro.

La diferencia con un árbol es que estas máquinas son casi mil veces más rápidas.

Su idea surgió cuando su hija Claire comenzó a trabajar en una tarea para el taller de ciencia de su escuela.

Descubrió que podía extraer el dióxido de carbono del aire al hacerlo pasar a través de una solución de hidróxido de sodio.

De la noche a la mañana, Claire logró recolectar la mitad de dióxido de carbono del aire que había pasado por esta solución.

El dióxido de carbono se comprime como dióxido de carbono líquido.

En realidad las máquinas no serían una solución definitiva al problema del dióxido de carbono en la atmósfera pero sí darían tiempo de crear alternativas energéticas.

Se espera que este prototipo pueda ser colocado en cualquier parte en un futuro.


Cada máquina tendría 30 filtros que en total medirían unos 2.5 metros de altura y un metro de ancho.

La torre de filtros actuaría como el centro de captación en el viento y habría otra torre que serviría para mantener el dióxido de carbono.

Cada uno de estos árboles artificiales podría absorber una tonelada de dióxido de carbono al día, eliminando una cantidad de gas equivalente al que producen 20 autos.

Y aunque se necesitarían millones de estas unidades, su uso podría tener un impacto positivo en el planeta y el calentamiento global.

Inicialmente, la extracción de dióxido de carbono por medio de estas máquinas podría significar un costo de 200 dólares por tonelada.

Pero con la producción en masa de la tecnología, podría llegar a costar $30 dólares por extraer una tonelada.

Los compuestos absorbentes de 10 millones de máquinas en todo el planeta podría reducir la concentración de dióxido de carbono, hasta cinco partes por millón al año.

En otras palabras podría recolectar hasta 3.6 gigatoneladas al año, lo que significa más de la tasa de crecimiento global al año de dióxido de carbono.

En la actualidad el mundo produce 30 gigatoneladas al año.

La máquina en sí no sería barata, pues rondaría los $30 mil dólares cada una, pero el beneficio que se obtendría hace que valgan la pena.

Sobre todo si pensamos que en el mundo se producen unos 70 millones de autos cada año.

Todas estas metas sólo serán posibles con el material o sustancia perfecta para absorber el dióxido de carbono.

Hoy en día muchos científicos están trabajando en el mejor absorbente que podría permitir comercializar el aire capturado por las máquinas.

Algunas de ella son:

COLUMBIA UNIVERSITY Y GLOBAL RESEARCH TECHNOLOGIES: Polímero de Carbonato.

GEORGIA INSTITUTE OF TECHNOLOGY Y GLOBAL THERMOSTAT: Polímero de Carbonato.

BROOKHAVEN NATIONAL LABORATORY: Solución de Hidróxido.

UNIVERSITY OF CALGARY AND CARBON ENGINEERING: Solución de Hidróxido.

XEROS PARC: Solución de Hidróxido.

SWISS FEDERAL INSTITUTE OF TECHNOLOGY, ZURICH: Solución de Hidróxido y Cal.

PAUL SCHERRER INSTITUE: Solución de Hidróxido y Cal.

Hay dos opciones acerca de qué hacer con el dióxido de carbono recolectado:

La primera es enterrarlo bajo tierra de forma segura.

Y la segunda es comercializarlo con las industrias que lo requieran para sus productos:

Hielo seco, bebidas gaseosas, cerveza, refrigeración, cemento, productos químicos y farmacéuticos como la aspirina, extintores, recuperación de petróleo y gas, industria de la fundición.

También en fertilizantes, invernaderos, aerosoles, enfriamiento del centro de las bolas de golf, fumigar arroz, y muchas más.

EL DIÓXIDO DE CARBONO

Es uno de los gases más contaminantes que producen el efecto invernadero y principal causante del deterioro atmosférico.

Es consecuencia de procesos industriales que el hombre utiliza para producir energía.

Básicamente se debe a la quema de combustibles fósiles (petróleo, leña, gas natural, etc.) y biomasa (materia orgánica).

A esto se suman los incendios forestales o de pastizales.

Existe un ciclo llamado el “ciclo del carbono” en donde el carbono se desplaza por toda la atmósfera, los océanos y la biósfera terrestre.

Durante su traspaso las plantas absorben ese carbono para realizar su fotosíntesis, y luego lo vuelven a liberar cuando mueren o se descomponen.

De igual manera el carbono se encuentra presente en todos los cuerpos tanto de animales como humanos.

Incluso durante la respiración o en el proceso de descomposición es liberado como dióxido de carbono nuevamente a la atmósfera.

Este gas absorbe el calor en la atmósfera y envía parte del calor absorbido de nuevo a la superficie de la Tierra contribuyendo a su calentamiento.

Las emisiones de dióxido de carbono representan alrededor de 80% de todas las emisiones de gas con efecto de invernadero en Estados Unidos.

Las fuentes responsables de emisiones corresponden:

61% al sector energético.
7% a los procesos industriales.
14% al cambio de uso de suelo (desforestación).
8% a la agricultura.
10% a la descomposición de residuos orgánicos, incluyendo las plantas de tratamiento de aguas residuales y los rellenos sanitarios.
Las principales fuentes de emisión de dióxido de carbono son:

1. La quema de combustibles fósiles. El 80% de nuestra energía depende todavía de los combustibles fósiles como petróleo, carbón y gas natural.

Éstos generan tres cuartas partes del total de las emisiones de dióxido de carbono al año en el mundo.

2. Los vehículos de transporte. Los automóviles, aviones y otros medios de transporte producirán hasta el año 2030 más dióxido de carbono.

Pese a la crisis económica y el desarrollo de nuevas tecnologías, se estima un aumento de alrededor del 40% de las emisiones de CO2.

Su contribución en las emisiones de dióxido de carbono producidas por la quema de combustibles fósiles, es del 23%.

La mayor cantidad es emitido por el sector automotor, de camiones y autobuses.

En particular el transporte de cargas realizado con vehículos pequeños tiene un gran papel en el nivel de emisiones de este gas.

El mayor crecimiento se registró en el tránsito aéreo y marítimo.

3. La fabricación de cemento o de cal. Produce el 5% de las emisiones de dióxido de carbono a nivel mundial.

La producción de cemento se estima en 2 mil 500 millones de toneladas al año en el mundo.

4. Incendios forestales. Según Greenpeace, los incendios forestales contribuyen con el 10% de las emisiones de dióxido de carbono.

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