jueves, 5 de agosto de 2010

Alzheimer

Caja de Pandora
5 de agosto de 2010


La enfermedad de Alzheimer es una demencia que tiene ya más de 100 años de historia.

En noviembre de 1901 Auguste Deter, una mujer de 51años, ingresó en el hospital de enfermedades mentales de Frankfurt con esta enfermedad.

Después de tener delirios por un tiempo, había sufrido una rápida y progresiva pérdida de memoria.

Además tenía alucinaciones, desorientación en tiempo y espacio, paranoia, trastornos de la conducta y un grave trastorno del lenguaje.

El doctor Alois Alzheimer la estudió hasta que falleció en 1906 por una septicemia producida por úlceras por presión y neumonía.

Su cerebro fue enviado al doctor Alzheimer, quien presentó sus observaciones ese mismo año.

Él describió placas seniles, ovillos neurofibrilares y cambios arterioescleróticos cerebrales.

En 1907 publicó el libro “Una enfermedad grave característica de la corteza cerebral”.

En 1910, esta enfermedad ya era conocida como “enfermedad de Alzheimer”.

La causa de esta patología múltiple.

Es hereditaria entre el 1% y el 5% de los casos y se debe a la alteración en los cromosomas 1 y 14 (presenilina 2 y 1) o 21 (Proteína Precursora de Amiloide, APP).

La edad de presentación de la Enfermedad de Alzheimer genética generalmente se da antes de los 65 años.

En Medellín Colombia se encuentra una alta concentración de individuos que padecen de esta enfermedad heredada genéticamente.

Son alrededor de 25 familias con unos 5 mil miembros y han desarrollado el Alzheimer generalmente antes de los 50 años.

Su condición ha captado la atención de grupos de científicos y compañías farmacéuticas quienes han decidido estudiar su caso.

El interés radica en que las nuevas drogas han demostrado ser eficientes en las etapas tempranas de la enfermedad.

Aplicadas cuando ya están desarrollados todos sus síntomas reduce notablemente su efectividad.

Estudiar a miembros de estas familias que aún no desarrollan síntomas pero poseen el gen de Alzheimer es una excelente oportunidad de investigación.

Francisco Lopera es un neurólogo que estudia a estas familias colombianas desde hace 28 años

Él pretende que los miembros aún sanos de estas familias de Medellín se sometan a medicinas experimentales para combatir la enfermedad.

Además existe la “Alzheimer Prevention Iniciative” (API) que busca generar con cambios en sus hábitos de vida.

De hecho, una buena dieta y ejercicios mentales y físicos pueden ser más costeables que tomar drogas por 10 o 20 años para evitar los síntomas.

Además como parte de los esfuerzos de la API los miembros de estas familias reciben terapias antiamiloides desde los 40 años.

Esto con la finalidad de evitar que el gen se active y comiencen a mutar las células del cerebro.

Los pacientes de Medellín tienen el gen de la Proteína Precursora de Amiloide, cromosoma 21.

Sin embargo hay otros 70 genes que podrían tener incidencia sobre la enfermedad.

Hay otros factores que también tienen que ver como:

1. Tener un pariente en primer grado con la enfermedad.
2. La edad, pues es más frecuente a partir de los 65 años, duplicándose el riesgo cada 5 años.
3. Factores de riesgo exógenos, ambientales, que parecen favorecer su desarrollo, como ocurre con los traumatismos craneoencefálicos graves.

Aunado a esto, cada vez es más abrumadora la evidencia de que los factores de riesgo vascular también favorecen el desarrollo de Alzheimer.

Hablamos de diabetes, hipertensión arterial, dislipemias, dietas ricas en grasas, tabaquismo, y otros como la intoxicación crónica leve por metales.

Esto claro, en personas genéticamente predispuestas.

Los sujetos con mayor capacidad cognitiva natural y adquirida presentan la enfermedad más tarde que los sujetos con menor Reserva Cognitiva.

Es decir que sí influye el cociente intelectual, cultura, estudios académicos y la participación en actividades intelectuales y de esparcimiento.

¿CÓMO ATACA EL ALZHEIMER?

Es una enfermedad progresiva, degenerativa e irreversible de la corteza cerebral.

Se produce una destrucción de la neurona cerebral y aparecen depósitos insolubles extracelulares e intracelulares.

El elemento fundamental de los depósitos extracelulares es la proteína β-amiloide, que forma fibrillas y constituye placas difusas.


Provoca el deterioro de la memoria, orientación, juicio, lenguaje, personalidad y conducta.

La mayoría de las víctimas de esta enfermedad son personas mayores de 65 años, sin embargo, puede atacar a edades mucho más tempranas.

Es muy difícil diagnosticarla, ya que su comienzo es lento, casi imperceptible y con frecuencia se atribuye a otras enfermedades.

Su origen es incierto y afecta a cualquier persona independientemente de sexo, escolaridad, ocupación, raza, clase social, etc.

Su comienzo es impredecible y evoluciona de manera diferente en cada caso.

Los 10 signos de alarma de la enfermedad de Alzheimer que difunde la Alzheimer's Association de los Estados Unidos son:

Pérdida de memoria que afecta a la capacidad laboral.
Dificultad para llevar a cabo tareas familiares.
Problemas con el lenguaje.
Desorientación en tiempo y lugar.
Juicio pobre o disminuido.
Problemas con el pensamiento abstracto.
Cosas colocadas en lugares erróneos.
Cambios en el humor o en el comportamiento.
Cambios en la personalidad.
Pérdida de iniciativa.

Generalmente la enfermedad evoluciona así:

El motivo de consulta suele ser la pérdida de memoria, especialmente de la memoria reciente.

El enfermo no recuerda dónde deja las cosas, incluyendo objetos de valor.

Olvida citas, recados, deja grifos abiertos y fuegos encendidos.

No recuerda a las personas que acaba de conocer, ni es capaz de aprender a manejar los nuevos electrodomésticos.

Repite una y otra vez las mismas cosas y hace una y otra vez las mismas preguntas.

Tiene dificultades para encontrar la palabra adecuada en una conversación.

El rendimiento laboral es pobre, y más adelante presentan ideas delirantes, culpando a familiares de esconderle o quitarle las cosas.

Aparecen episodios de desorientación espacial, que inicialmente se refieren solo a los lugares menos familiares.

Su percepción de la realidad es cada vez más pobre, y el cuadro evoluciona con rapidez hacia la demencia grave.

Entonces presenta dificultades para vestirse, asearse, manejar cubiertos de manera adecuada, duerme mal, está hiperactivo y a veces se orina en la cama.

Pueden aparecer crisis epilépticas y camina con lentitud, con el tronco flexionado.

Orina y defeca en lugares inapropiados, apenas emite algunas palabras ininteligibles y tiene intensos trastornos del sueño y del comportamiento.

Finalmente llega a no poder andar y a no comunicarse en absoluto, y fallece a causa de los procesos intercurrentes.

Éstos pueden ser úlceras por presión que se infectan, neumonías, etc.

ALGUNOS TRATAMIENTOS QUE INTENTAN INNOVAR PARA ALZHEIMER

1. Transplante de las propias células del individuo pero genéticamente modificadas. Universidad de California.

2. Estimulación Cerebral Profunda usada para combatir el Parkinson. Ha demostrado mejorar la memoria de los pacientes y podría usarse para el Alzheimer. Toronto Western Hospital.

3. Medicamentos usados para combatir la Diabetes tipo 2 que podrían funcionar con Alzheimer. Universidad de Ulster en Irlanda del Norte.

4. Vacuna de ADN que previene la mutación de las células. Instituto Metropolitano de Neurociencia de Tokio, Japón,

5. Detección precoz con pruebas olfativas. Universidad Nacional Autónoma de México.

ESTADÍSTICAS

En México una de cada 10 personas mayores de 65 años padece Alzheimer.

En Estados Unidos se estima que la padecen 39 millones de personas.

Según las instituciones internacionales para cuando termine este año habrá en el mundo 35 millones 600 mil personas con este padecimiento.

Se estima que para el 2050 la cifra mundial llegue a 89 millones de personas.

El coste de la demencia a nivel mundial es de 215 mil millones de euros al año.

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