miércoles, 21 de diciembre de 2011

"LEGO: INTEGRACÓN FAMILIAR A TRAVÉS DE LEGO"

Hace unos días platicaba con Gaby Soule de los hikikomori, que eran niños, adolescente y adultos jóvenes que se escapaban de su realidad, para vivir aislados.

La mayoría de los hikikomori no tenían contacto visual con nadie, y la única comunicación que tenía era con su madre que le llevaba comida.

Esto es algo que está ocurriendo mucho en Japón por las presiones sociales y las expectativas de los padres, según os expertos japoneses.

Se puede comprender que los hikikomori pasen años en un cuarto, porque los padres no recurren a solicitar ayuda a especialista, porque les da pena.

No olvidemos que la mayoría de los japoneses son muy reservados y no les gusta hablar de sus problemas familiares con extraños.

Pero los latinoamericanos y mexicanos no somos así, en el primer indicio de que nuestro hijo se empieza alejar de sus actividades normales y de sus hijos, por lo regular siempre pedimos consejos o ayuda de un especialista.

Y como los tiempos evolucionan, la educación de los hijos ya no sólo está en manos de las mamás, sino ambos padres se hacen responsables de ellos.

Ahora, los padres son activos en el desarrollo de sus hijos, los ayudan a hacer la tarea, se involucran en sus juegos e incluso muestran su cariño de una forma más abierta.

Esta participación de los padres tiene mucho que ver en la formación de niños independientes, seguros, creativos y autónomos.

Está comprobado que la presencia del padre es fundamental para impulsar a los niños a conocer el mundo a través de distintas actividades.

Los hombres tienen una influencia diferente en los hijos de acuerdo a las diferentes etapas por las que pasan los niños:

Los bebés a partir de las 6 semanas ya son capaces de identificar y diferenciar la voz de la madre y del padre.

Con la de mamás suelen calmarse, mientras que con el padre, su pulso y ritmo cardíaco se aceleran y sus ojos se engrandecen.

Durante la lactancia, el padre juega un rol fundamental al apoyar a la madre. Debe hablarle al bebé y mantener cierta presencia en el vínculo.

Cuando ya van creciendo, es importante que el papá integre al niño al mundo a través de juegos y novedades y esto favorece su desarrollo social y físico.

A medida que van creciendo, hay que poner normas y generalmente el padre es quien suele ser más enérgico en ese aspecto.

Sin embargo es bueno recordar que el buen trato es lo que fortalece la autoestima de todo niño.

En la adolescencia, si los pequeños han tenido una buena relación con su padre probablemente sean exitosos, empáticos, tolerantes y calmados.

Además, la seguridad y la protección entregada por el papá genera confianza en el hijo.

Los niños que desde el nacimiento crecen con una gran influencia de sus papás en su educación, tienen estos beneficios:

• Identidades más definidas
• Mayor capacidad de tener y conservar lazos significativos
• Mayores habilidades para desempañarse solos

Además está comprobado que las personas que mejor se desarrollan en su adultez, son aquellos que mayor contacto tuvieron con sus papás.

Las hijas también necesitan de la influencia de su papá, para sentir una seguridad que sólo el género masculino puede otorgarles.

En ambos casos, es fundamental la presencia de un hombre adulto con un rol activo en el hogar, particularmente entre los 9 y 11 años, cuando ellos exploran su propia identidad.

A veces, los padres tienden a desestimar su rol y el valor su implicación en la educación y los juegos de los hijos.

Recordemos que nada repone el tiempo perdido en la infancia de nuestros hijos.

Se puede construir un lazo fuerte con un abuelo, un tío, un líder de grupos juveniles o algún amigo que asuma el papel de mayor y protector.

CÓMO IMPLICARSE EN LOS JUEGOS DE LOS HIJOS

Jugar a algo que implique formar un “equipo” para lograr un fin común, por ejemplo jugar a armar un escenario lego y dividir las tareas tanto para jugar como para recoger todo.

Disfrutar de un pasatiempo juntos. Por ejemplo, con lego todas las piezas pueden combinarse y una vez al mes tal vez podría retarse a construir la figura más complicada, divertida o rara.

Conversar y crear un vínculo a través del juego. Mientras armamos figuras o inventamos una historia para jugar podemos platicar con los niños para enterarnos de sus temores, inquietudes o gustos.

Ser sensible a las necesidades de su hijo, y responder a ellas. Cuando estamos jugando y ellos hacen algo que no nos gusta podemos indagar la raíz de su comportamiento en vez de regañar y gritar.

Dejar claro que hay disciplina y que todo lo que se empieza se debe terminar. A través del juego podemos enseñarles que todo debe ordenarse, se debe compartir y trabajar en equipo para arreglar el desastre.

LA EVOLUCIÓN DEL JUEGO

Seguro que la mayoría de nosotros recordamos nuestra infancia como una época en la que sólo pensábamos en jugar y la calle era un buen lugar para hacerlo. Hoy en día las cosas han cambiado, y mucho.

Según un estudio llamado "el juego y el juguete en la sociedad actual" elaborado por el centro tecnológico del juguete y arrojó los siguientes resultados:

El 51% de los padres encuestados afirma que sus hijos tienen menos tiempo para jugar del que tuvieron ellos cuando eran pequeños, sin embargo, para el 68% este tiempo resulta suficiente.

Otro hecho es que los niños de ahora juegan menos después del colegio y más los fines de semana.

Únicamente el 33% lo hace todos los días y antes este porcentaje era del 40%.

Respecto al escenario elegido, en su niñez, el 52% de los padres jugaban más en lugares de exterior y sólo el 15% lo hacía en el interior.

Los pequeños de hoy en día se entretienen más en espacios interiores y sólo el 11% lo hace en la calle.

El lugar preferido en el exterior sigue siendo el parque.

Lo que no ha cambiado es el gusto de los niños por divertirse en compañía.

El 80% de ellos prefiere que en sus juegos participen otras personas, aunque antes estos compañeros era casi siempre niños y ahora entran también padres y abuelos, con quienes los peques tienen una relación mucho más cercana.

El estudio también analiza los juegos y juguetes preferidos.

Antes los juguetes preferidos eran las muñecas y el fútbol, la goma o la comba.

Hoy en día las muñecas y muñecos en miniatura ocupan el segundo y el tercer puesto, respectivamente, pero son superadas por las consolas.

El fútbol queda en sexto lugar, por detrás de las construcciones y los coches.

INVITADA

• GABRIELA SOULÉ

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