lunes, 22 de febrero de 2010

Innovadores y cosmopolita
22 de Febrero de 2010
DEFENSA NACIONAL


Después del incidente en el que un grupo armado baleo y mató a jóvenes que se encontraban en una fiesta en Ciudad Juárez, se desató una controversia sobre la presencia del ejército en la ciudad.
El Presidente Felipe Calderón Hinojosa respondió a las especulaciones afirmando que las fuerzas armadas continuarían en Ciudad Juárez, Chihuahua.
Dijo que las fuerzas armadas han sido y son fundamentales para contrarrestar la búsqueda de control territorial de los grupos criminales en esa ciudad.
Además reiteró su decisión de redoblar la estrategia de manera integral, pues según él la violencia en esta ciudad fronteriza no obedece a la presencia de las fuerzas federales.
Más bien lo ve al revés, la presencia de las fuerzas federales obedece a la violencia que hay en esa ciudad.
Además ha declarado que el ejército sólo ha respondido leal y de forma oportuna al llamado de auxilio de los poderes y gobiernos locales.
Y es que en los últimos meses, cuando un gobierno se ha visto rebasado por la delincuencia de inmediato hace pública su petición de ayuda a las fuerzas armadas.
Pero ¿qué nos espera en un país donde la defensa del país recaiga casi exclusivamente en las manos del ejército?
Eso es lo que se pregunta el pueblo de México.
Mientras el presidente expresaba sus condolencias por la muerte de los jóvenes de Ciudad Juárez padres de familia reclamaron que la presencia de las fuerzas federales inquietaba más los ánimos de la delincuencia.
El presidente respondió que la violencia no se terminaría con el repliegue del gobierno federal y de las fuerzas armadas, sino al contrario.
El repliegue de las fuerzas federales dejaría en total abandono a la ciudadanía y a las familias mexicanas en las manos de los criminales.
Además aseguró que el gobierno tiene un compromiso irrenunciable con la seguridad de todos los mexicanos y en especial con aquellos que padecen el embate de los criminales.
Bajo esta misma consigna, en la celebración del día del ejército, el pasado 19 de febrero, el presidente pidió al congreso de la unión discutir y votar las iniciativas relativas a la seguridad interior del país.
Y les reiteró que para enfrentar a los delincuentes sin escrúpulos, la presencia de las fuerzas armadas ha sido y es fundamental.
Además ha calificado al narcotráfico como una amenaza en contra del Estado que el ejército está obligado a neutralizar.
Como parte de su intención de hacer de las fuerzas armadas un organismo encargado de la defensa de la nación el mandatario anunció un aumento del 40% en sus salarios.
Además para los soldados rasos dará un incremento del 115% en su salario base. Y en efecto, las fuerzas armadas tienen por disposición constitucional y mandato común el defender a México.
Su deber es garantizar la soberanía exterior y la seguridad interior del país, de manera tal que no exista nación ni fuerza de derecho o de facto que pretenda imponerse.
Pero ¿qué costo tendría en el país que el ejército inicie una “guerra” contra la delincuencia?.
Tan sólo en ciudad Juárez han perdido la vida alrededor de 300 personas en lo que va del 2010.
En 2009 se registraron 2 mil 635 homicidios dolosos y en 2008 se presentaron un poco más de mil 600.
Estos crímenes han sido relacionados con el crimen organizado y con los operativos del ejército contra estos narcotraficantes.
Pero el ejército no sólo está presente en la ciudad fronteriza, también está instalado en casi todo el norte del país.

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