EL METANO PUEDE DESTRUIR LA ATMÓSFERA 20 VECES MÁS RÁPIDO QUE EL DIÓXIDO DE CARBONO

Irreverente
18 de Febrero de 2010
EL METANO
Seguramente has escuchado muchas veces hablar del metano, de hecho estamos familiarizados con su uso comercial en forma de gas.
El metano constituye hasta el 97% del gas natural que actualmente se consume en millones de hogares.
En el uso doméstico lo más peligroso del gas metano es que es altamente inflamable y puede formar mezclas explosivas con el aire.
Pero aunque lo usas diariamente ¿sabes de dónde viene o qué efectos produce en el planeta?
Esta sustancia se encuentra de manera natural atrapada bajo la tierra y se produce como resultado final de la putrefacción anaeróbica de las plantas
El metano es un gas de efecto invernadero que contribuye al calentamiento global del planeta.
En una media de tiempo de 100 años cada kilogramo de metano calienta la tierra 23 veces más que la misma masa de dióxido de carbono.
Afortunadamente en el planeta hay aproximadamente 220 veces menos metano que dióxido de carbono en la atmósfera por lo que su impacto es menor.
Pero ¿se imaginan lo que pasaría si la tierra comienza a emanar grandes cantidades de este gas?
Por supuesto sería catastrófico pues el metano puede destruir la atmósfera 20 veces más rápido que el dióxido de carbono.
Científicos que viajan a bordo de un barco ruso afirman tener pruebas de que millones de toneladas de metano están escapando a la atmósfera desde los fondos marinos del Ártico.
Estos depósitos masivos de metano encerrados bajo el fondo del mar están subiendo en forma de grandes burbujas a la superficie.
Este fenómeno ha coincidido con el calentamiento del Ártico (2 veces más rápido que en el resto del mundo) y la desaparición de los bloques de hielo de sus aguas.
Los depósitos de metano son importantes porque los investigadores creen que su emergencia ha sido responsable en épocas pasadas de rápidos aumentos de temperaturas.
Se le señala como culpable de cambios climáticos bruscos e incluso de la extinción de muchas especies.
Los científicos del barco de investigación ruso han descubierto intensas concentraciones de metano en varias zonas que cubren miles de kilómetros de Siberia.
Incluso hoy en día es más común captar burbujeos en la superficie del mar por el efecto de las "chimeneas de metano" que emergen hacia la atmósfera.
Según los expertos estas repentinas emanaciones son consecuencia del propio calentamiento global.
Pues el metano siempre ha estado ahí, atrapado debajo de las capas de Permafrost (hielo permanentemente congelado) que le impedían escapar de los depósitos submarinos.
Al derretirse estas capas de hielo formados antes de la última glaciación el metano ha sido liberado.
Lo que los científicos temen es que la liberación masiva de este gas acelere aún más el calentamiento del planeta.
Esto daría como resultado un círculo vicioso en el que cada vez se fundiría más Permafost y se liberarían mayores cantidades de gas de efecto invernadero.
De hecho en los últimos 5 años se ha registrado un aumento de un tercio en la cantidad del metano que se filtra desde la capa subterránea de hielo permanente.
Esto podría resultar en un incremento de 10 grados de la temperatura media de la zona para el año 2100.
Eso es algo desalentador que podría acabar con los esfuerzos por contener el cambio climático.
Pero el metano no sólo se está liberando en el ártico. Un estudio revela que la mitad de las emisiones mundiales de metano provienen de los trópicos.
20 millones de toneladas son liberadas por la Selva Amazónica cada año y 26 millones de toneladas por la cuenca del Río Congo.
¿Se puede hacer algo para solucionar el problema?

Algunos han propuesto aprovechar el metano que surge del subsuelo como combustible.
El problema de esta propuesta es que no es económicamente viable para ningún país invertir en la tecnología necesaria.
Entonces se ha planteado la posibilidad de crear comunidades que habiten ciertas partes del Ártico.
Se están haciendo pequeñas granjas con animales que podrían mantener el equilibrio en los prados del ártico.
Esta medida podría evitar en parte que las capas subterráneas de hielo se derritan y se libere el gas.
Por supuesto se tiene la gran esperanza de que los esfuerzos para frenar el calentamiento global surtan efecto.
Si se dejara de derretir el Permafrost también se detendría la liberación del gas en esta zona del mundo