Humano y Pasiones
16 de Marzo de 2010
En 1817 esta enfermedad fue identificada por el médico inglés James Parkinson, de ahí su nombre.
La enfermedad de Parkinson es un trastorno que afecta las células nerviosas, o neuronas, en una parte del cerebro que controla los movimientos musculares.
En la enfermedad de Parkinson, las neuronas que producen una sustancia química llamada dopamina mueren o no funcionan adecuadamente.
Normalmente, la dopamina envía señales que ayudan a coordinar sus movimientos.
Nadie conoce el origen del daño de estas células.
Los síntomas de la enfermedad de Parkinson pueden incluir:
Temblor en las manos, los brazos, las piernas, la mandíbula y la cara.
Rigidez en los brazos, las piernas y el tronco.
Lentitud de los movimientos.
Problemas de equilibrio y coordinación
A medida que los síntomas empeoran, las personas con la enfermedad pueden tener dificultades para caminar o hacer labores simples.
También pueden tener problemas como depresión, trastornos del sueño o dificultades para masticar, tragar o hablar.
La enfermedad de Parkinson suele comenzar alrededor de los 60 años, pero puede aparecer antes.
Es mucho más común entre los hombres que entre las mujeres.
No existe una cura para la enfermedad de Parkinson.
Sin embargo existen diversas medicinas que a veces ayudan a mejorar enormemente los síntomas.
Actualmente existe una técnica quirúrgica muy novedosa para contrarrestar los síntomas del mal de Parkinson.
Esta técnica se llama Estimulación Cerebral Profunda y se hace estimulando el cerebro a través de electrodos.
La técnica de Estimulación Cerebral Profunda en el ABC
Dentro de la amplia gama de atención que ofrece el Centro Médico ABC, sobresale la Línea de Servicio de Neurociencias.
Esta tiene por objetivo atender a los pacientes con padecimientos neurológicos y neuroquirúrgicos.
De tal manera, se cuenta dentro del Campus Santa Fe con un Centro Neurológico.
Aquí llevan a cabo la intervención para la enfermedad de Párkinson, que es uno de los procedimientos más complejos que se han realizado hasta el momento.
En la actualidad sólo se han realizado un volumen de dos casos.
Los resultados en este par de pacientes han sido exitosos, al conseguir que los mismos sean autosuficientes y se hayan reintegrado a su vida laboral y personal de manera adecuada.
Este proceso es realizado por muy pocos hospitales particulares y públicos.
Sin embargo el volumen de pacientes es muy reducido porque el candidato debe someterse y pasar una serie de pruebas, además de que el costo del procedimiento es muy elevado.
Este sistema se lleva a cabo con un neuronavegador y su uso para operar a pacientes con esta enfermedad es único en el mundo.
Esta técnica quirúrgica fue desarrollada por Investigadores del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía .
La estimulación cerebral profunda guiada por neuronavegación, es una cirugía dirigida por una computadora con cámaras para colocar dos electrodos en el cerebro y tratar el Parkinson.
El sistema usa de imágenes adquiridas de resonancia magnética o tomografías y se reconstruyen tridimensionalmente.
Lo que hace el neuronavegador es fungir como un GPS.
Sus dos cámaras emiten rayos y ofrecen la ubicación de donde están las estructuras cerebrales dañadas en el cerebro por el Parkinson.
De esta manera, permite ver imágenes de las lesiones y permite fijar los electrodos en el punto exacto.
Esto requiere de mucha precisión para saber dónde está la punta del electrodo. Si se estimula una estructura del cerebro equivocada se pueden provocar otros efectos.
Con el neuronavegador se están obteniendo importantes grados de exactitud.
Entre los beneficios que se obtienen está el hecho de restituir en por lo menos el 50% la calidad de vida de los pacientes y reducir en dos o tres horas el tiempo de la cirugía.
Este método es poco invasivo y tiene menos efectos colaterales que la estereotaxia.
La cirugía estereotáxica, se lleva a cabo con el paciente despierto. Se aplica anestesia local en la región que se perfora para instalar el “marco de estereotaxia”.
Este aparato permite dirigirse, mediante imágenes, hasta las partes más profundas del cerebro, a fin de localizar la zona afectada.
Procedimiento de la Estimulación Cerebral Profunda
Una vez que se tiene a un paciente con el diagnóstico confirmado de Parkinson, se estudia para ver si no tiene alguna contraindicación que ponga en riesgo la cirugía.
Algunas de estas contraindicaciones pueden ser tener la presión alta o tomar medicamentos anticoagulantes.
El siguiente paso es un estudio de resonancia magnética para verificar que no tenga alteraciones cerebrales que la contraindiquen, como infarto cerebral.
Pasadas estas pruebas, se coloca el halo de estereotaxia y se fija en el cráneo, después se toman imágenes de alta resolución.
Luego viene la planeación de la cirugía y la tomografía con la resonancia magnética, para visualizar la estructura de donde se va a colocar los dos electrodos de estimulación cerebral profunda.
Una vez identificado el núcleo, se hace la reconstrucción tridimensional de la lesión y se establecen las coordenadas específicas del núcleo de cada lado de la cabeza.
Posteriormente se lleva al paciente a quirófano, se anestesia y se realiza la cirugía.
Se hace una perforación en el cráneo (de 1.5 cm de diámetro), y a través de este orificio se coloca cada uno de los dos electrodos guiados por el neuronavegador.
Se corrobora su posición por medio de placas de rayos X y una vez colocados, se conectan a unas extensiones por debajo de la piel hacia un par de marcapasos en el pecho.
Éstos emiten una corriente eléctrica con cierto voltaje, frecuencia y duración de impulso para regular estimular la estructura cerebral lesionada y mejorar los síntomas del paciente con Parkinson.
Tras estos pasos, se realiza una tomografía de control para verificar que no haya hemorragias internas y que los electrodos estén correctamente implantados.
Se da el alta a los pacientes tres días después de la operación, si no hay complicación, y, desde que salen de la operación, los generadores están encendidos para que sientan los beneficios.
Ventajas sobre otros tipos de cirugías
A diferencia de cirugías anteriores para Parkinson, la estimulación cerebral profunda no daña el tejido cerebral sano destruyendo las células nerviosas.
El procedimiento sólo bloquea las señales eléctricas de áreas específicas del cerebro.
Por ello, si se desarrollaran nuevos y más prometedores tratamientos en el futuro, el procedimiento de estimulación cerebral profunda puede revertirse.
Además, la estimulación del neuroestimulador es fácilmente ajustable, sin más cirugía, si cambia el estado del paciente.
Datos del Mal de Parkinson
En promedio, alrededor de 50 mil personas en México padecen de mal de Parkinson.
El 75% de los casos tienen origen degenerativo, debido al deterioro de las neuronas del sistema que controla el movimiento, ya sea inconsciente o voluntariamente.
El otro 25% se debe, entre otras causas, a diferentes sustancias suministradas durante mucho tiempo y en dosis elevadas.
En 85% de los casos no hay herencia genética y es referida como Parkinson esporádico o idiomático.
En el 15% restante se hereda en forma autosómica dominante o recesiva.
Afecta de 1 a 2% de las personas mayores de 65 años.
De los 40 a los 60 años afecta sólo al 0.4% de la población.
Existen casos muy raros como el del actor estadounidense Michael J. Fox, a quien se le declaró a los 29.
Este caso es extraño y forma parte del pequeño grupo que rompe con las estadísticas.
Un equipo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Virginia determinó que los hombre tienen 1.5 veces más posibilidades de desarrollar la enfermedad, pero no están seguros de la razón.
El número de enfermos de parkinson podría duplicarse en los próximos 25 años. Y el problema será más grave en los países más grandes del mundo en desarrollo.
Ha afectado a personalidades relevantes tales como Juan Pablo II, Michael J. Fox (actor), Francisco Franco, Salvador Dalí y Muhammad Ali entre otros.
martes, 16 de marzo de 2010
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