Irreverente
28 de enero de 2010
RELOJES ATÓMICOS
Se denomina reloj atómico a un reloj cuyo funcionamiento se basa en la frecuencia de una vibración atómica.
Es decir, utiliza una frecuencia de resonancia atómica normal para alimentar su contador
Usar unidades tan pequeñas explica su insuperable exactitud en la medición del tiempo.
Cada elemento y compuesto químico absorbe y emite la radiación electromagnética en sus propias frecuencias características.
En 1949, el norteamericano Harold Lyons, del Nist, construyó el primer reloj atómico, basado en el amoniaco.
En el año 1954 se presentó en Japón en primer reloj basado en la tecnología del
Cuarzo.
Estos relojes consiguen su enorme precisión gracias a su mecanismo capaz de medir con absoluto detalle las vibraciones naturales de algunos átomos o moléculas.
Es decir, podemos pensar en ellos como si fuesen relojes de péndulo normales, pero empleando átomos en lugar de barras que se balancean suspendidas por un extremo.
El primer reloj atómico de cesio fue construido en 1955 en el Laboratorio Nacional de Física (NIP), en Inglaterra.
Sus creadores fueron Louis Essen y John V. L. Parry.
El mecanismo del reloj de cesio es un cilindro de acero de 1 metro 70 centímetros de altura que alberga una cámara de vacío con átomos de cesio en movimiento.
Un juego de espejos y de rayos láser pone el reloj en funcionamiento.
En este tipo de reloj, los átomos de cesio emiten fotones, parecidos a una onda, que oscilan como el péndulo de un reloj antiguo.
Cuando ha oscilado 9.192.631.770 veces (por decreto de la decimotercera conferencia general de pesos y medidas de 1967) un "segundo atómico" ha transcurrido.
El reloj más preciso del mundo se diseñó en el observatorio de parís, donde los actuales relojes atómicos tardan 52 millones de años para desfasarse un segundo.
El estándar mundial actual de los relojes atómicos en activo permite el atraso de un segundo cada 300 mil años
En el año 1972 se creó el tiempo Universal Coordinado (UTC) para mantener la misma referencia horaria en toda la tierra.
La perfecta sincronización de las señales de los relojes atómicos que determinan el UTC permiten el que funcionen tecnologías en las que la precisión extrema es esencial.
Principalmente se usa en los intercambios de información por medio de las redes de telefonía, internet, electricidad.
También en los mercados de valores donde la exactitud es imprescindible.
En los sistemas de comunicación por satélite la sincronización admisible se sitúa en las 100 mil millonésimas de segundo.
Las ondas espaciales, o el comercio electrónico en internet dependientes de un flujo constante de informaciones, también requieren una perfecta sincronía entre las distintas señales emitidas.
Gracias a un nuevo sistema que toma como base al estroncio se logra duplicar su exactitud.
El nuevo reloj, calificado por los expertos como revolucionario, promete mejorar los sistemas de comunicaciones y redefinir nuestra idea del tiempo.
Para lograr semejante hazaña los científicos han utilizado un rayo láser como herramienta para “congelar” átomos de estroncio.
El efecto se consigue inmovilizándolos, ya que lo que se percibe como “calor” es la agitación de los átomos.
Gracias al láser, el estroncio se mantiene muy quietecito a una temperatura de 273 grados bajo cero.
Por ello, el nuevo reloj tiene una precisión mayor que 1 segundo cada 300 millones de años, algo que prácticamente roza la perfección.
Los relojes atómicos son maquinas muy complejas.
El sistema de posicionamiento global (o GPS por Global Positioning System) se basa en 24 satélites, cada uno de ellos con cuatro relojes atómicos a bordo.
Mediante la triangulación de señales de tiempo emitidas desde órbita, los receptores en tierra proporcionan a los usuarios su ubicación con gran exactitud.
Incluso los agricultores utilizan tractores guiados por GPS para administrar dosis precisas de agua, fertilizante y pesticidas sobre el terreno.
Actualmente también se venden relojes radiocontrolados con los que se puede tener la hora exacta en la mano.
Cabe señalar que aunque se anuncien como relojes atómicos en realidad sólo reciben la señal de un reloj atómico autorizado.
Es por esto que este tipo de relojes de pulsera sólo funcionan en determinados lugares del mundo.
Estos relojes reciben con regularidad una señal procedente de relojes atómicos.
La hora de los relojes atómicos se transmite a través de torres de emisión.
En Alemania, la torre de radio se encuentra en Mainflingen, cerca de Frankfurt.
Anthorn alberga la de Gran Bretaña.
En Estados Unidos se encuentra en Fort Collins.
En Japón, sobre las montañas Otakadoya en el noreste y Hagane en el suroeste y en China, la torre de radio se encuentra en Shangqiu.
28 de enero de 2010
RELOJES ATÓMICOS
Se denomina reloj atómico a un reloj cuyo funcionamiento se basa en la frecuencia de una vibración atómica.
Es decir, utiliza una frecuencia de resonancia atómica normal para alimentar su contador
Usar unidades tan pequeñas explica su insuperable exactitud en la medición del tiempo.
Cada elemento y compuesto químico absorbe y emite la radiación electromagnética en sus propias frecuencias características.
En 1949, el norteamericano Harold Lyons, del Nist, construyó el primer reloj atómico, basado en el amoniaco.
En el año 1954 se presentó en Japón en primer reloj basado en la tecnología del
Cuarzo.
Estos relojes consiguen su enorme precisión gracias a su mecanismo capaz de medir con absoluto detalle las vibraciones naturales de algunos átomos o moléculas.
Es decir, podemos pensar en ellos como si fuesen relojes de péndulo normales, pero empleando átomos en lugar de barras que se balancean suspendidas por un extremo.
El primer reloj atómico de cesio fue construido en 1955 en el Laboratorio Nacional de Física (NIP), en Inglaterra.
Sus creadores fueron Louis Essen y John V. L. Parry.
El mecanismo del reloj de cesio es un cilindro de acero de 1 metro 70 centímetros de altura que alberga una cámara de vacío con átomos de cesio en movimiento.
Un juego de espejos y de rayos láser pone el reloj en funcionamiento.
En este tipo de reloj, los átomos de cesio emiten fotones, parecidos a una onda, que oscilan como el péndulo de un reloj antiguo.
Cuando ha oscilado 9.192.631.770 veces (por decreto de la decimotercera conferencia general de pesos y medidas de 1967) un "segundo atómico" ha transcurrido.
El reloj más preciso del mundo se diseñó en el observatorio de parís, donde los actuales relojes atómicos tardan 52 millones de años para desfasarse un segundo.
El estándar mundial actual de los relojes atómicos en activo permite el atraso de un segundo cada 300 mil años
En el año 1972 se creó el tiempo Universal Coordinado (UTC) para mantener la misma referencia horaria en toda la tierra.
La perfecta sincronización de las señales de los relojes atómicos que determinan el UTC permiten el que funcionen tecnologías en las que la precisión extrema es esencial.
Principalmente se usa en los intercambios de información por medio de las redes de telefonía, internet, electricidad.
También en los mercados de valores donde la exactitud es imprescindible.
En los sistemas de comunicación por satélite la sincronización admisible se sitúa en las 100 mil millonésimas de segundo.
Las ondas espaciales, o el comercio electrónico en internet dependientes de un flujo constante de informaciones, también requieren una perfecta sincronía entre las distintas señales emitidas.
Gracias a un nuevo sistema que toma como base al estroncio se logra duplicar su exactitud.
El nuevo reloj, calificado por los expertos como revolucionario, promete mejorar los sistemas de comunicaciones y redefinir nuestra idea del tiempo.
Para lograr semejante hazaña los científicos han utilizado un rayo láser como herramienta para “congelar” átomos de estroncio.
El efecto se consigue inmovilizándolos, ya que lo que se percibe como “calor” es la agitación de los átomos.
Gracias al láser, el estroncio se mantiene muy quietecito a una temperatura de 273 grados bajo cero.
Por ello, el nuevo reloj tiene una precisión mayor que 1 segundo cada 300 millones de años, algo que prácticamente roza la perfección.
Los relojes atómicos son maquinas muy complejas.
El sistema de posicionamiento global (o GPS por Global Positioning System) se basa en 24 satélites, cada uno de ellos con cuatro relojes atómicos a bordo.
Mediante la triangulación de señales de tiempo emitidas desde órbita, los receptores en tierra proporcionan a los usuarios su ubicación con gran exactitud.
Incluso los agricultores utilizan tractores guiados por GPS para administrar dosis precisas de agua, fertilizante y pesticidas sobre el terreno.
Actualmente también se venden relojes radiocontrolados con los que se puede tener la hora exacta en la mano.
Cabe señalar que aunque se anuncien como relojes atómicos en realidad sólo reciben la señal de un reloj atómico autorizado.
Es por esto que este tipo de relojes de pulsera sólo funcionan en determinados lugares del mundo.
Estos relojes reciben con regularidad una señal procedente de relojes atómicos.
La hora de los relojes atómicos se transmite a través de torres de emisión.
En Alemania, la torre de radio se encuentra en Mainflingen, cerca de Frankfurt.
Anthorn alberga la de Gran Bretaña.
En Estados Unidos se encuentra en Fort Collins.
En Japón, sobre las montañas Otakadoya en el noreste y Hagane en el suroeste y en China, la torre de radio se encuentra en Shangqiu.
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